jueves, 5 de noviembre de 2015

Resiliencia; concepto y relevancia

III. 
El concepto de resiliencia proviene de la mecánica y aplicado a la psicología habla de la flexibilidad de la persona para asumir y para sobreponerse a situaciones límites, es decir, al Impacto de un Trauma.

De acuerdo a lo planteado por Uriarte (2005) la resiliencia sería un proceso que permitiría a algunas personas mantener un desarrollo normal a pesar de vivir experiencias de alto impacto traumático en un medio desfavorecido y deprivado en todo sentido. La resiliencia formaría parte de un desarrollo del niño y del adulto, aunque no podría decirse que es algo innato e inherente ni tampoco sería una capacidad que se adquiere o aprende, podríamos decir que es una mezcla de situaciones sociales, procesos psicológicos (mentalizaciones positivas), relaciones de apego reparadoras en cuanto a la calidad, a la reparación de vínculos dañados.

"La resiliencia, es la capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades, superarlas, e inclusive ser transformado por ellas."
(Grotberg 1995)

Conocer las características de las personas resilientes permite integrarlos a las intervenciones profesionales.

Características de las personas resilientes:
·       Saben aceptar la realidad.
·       Fuerte creencia que la vida tiene sentido.
·       Elevada capacidad para mejorar.
·       Capacidad para tomar distancia frente a la situación y no tomarse las cosas “tan a pecho”.
·       Buen manejo de los impulsos y de las emociones.
·       Identifican las causas de los problemas para impedir que vuelvan a repetirse en el futuro.
·       Visión positiva con respecto al futuro.
·       Son realistas y flexibles
·       Son empáticos.

Para promover un vínculo constructivo, éste debe ser sano honesto, real y profesional.

Tomar elementos de la resiliencia, de las experiencias de los individuos, de aspectos teóricos, etc. e integrarlos para promoverlos en el vínculo, principalmente un sentido de realidad y de valía personal a pesar de las circunstancias y la certeza de que eso no debe marcar el futuro de la persona, de seguir sufriendo por siempre, que se puede crecer de una vivencia dolorosa.

En otras palabras, las personas que han pasado por experiencias traumáticas, pueden ver menoscabadas diversas áreas que los van estancando, por ello, para sobrellevar ciertas experiencias, debemos posicionarnos en un discurso que promueva 4 aspectos vitales:

·       Yo tengo
·       Yo soy
·       Yo estoy
·       Yo puedo
Grotberg (1995)


En otras ocasiones, frente al trauma, las personas se identifican con el agresor (es decir, toman para sí, como protección, las características del victimario), o se decaen por el peso de la experiencia y que no han tenido un vínculo adecuado con amigos, parejas o personas que se vinculen incondicionalmente o no han tenido acceso a profesionales que promuevan la aceptación, contención y reparación del trauma. Por ende, esta falta de apoyo logra infiltrarse en el alma de las personas, en su estructura vital y permea hacia su área espiritual, cognitivo, vínculos interpersonales e
ntre otras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario