domingo, 27 de abril de 2014

Síntomas de la bulimia

A. Presencia de atracones recurrentes. Un atracón se caracteriza por:
1. Ingesta de alimento en un corto espacio de tiempo (por ejemplo, en un período de 2 horas) en cantidad superior a la que la mayoría de las personas ingerirían en un período de tiempo similar y en las mismas circunstancias.
2. Sensación de pérdida de control sobre la ingesta del alimento (por ejemplo, sensación de no poder parar de comer o no poder controlar el tipo o la cantidad de comida que se está ingiriendo).

B. Conductas compensatorias inapropiadas, de manera repetida, con el fin de no ganar peso, como son provocación del vómito, uso excesivo de laxantes, diuréticos, enemas u otros fármacos; ayuno, y ejercicio excesivo.

C. Los atracones y las conductas compensatorias inapropiadas tienen lugar, como promedio, al menos dos veces a la semana durante un período de 3 meses.

D. La auto evaluación está exageradamente influida por el peso y la silueta corporales.

E. La alteración no aparece exclusivamente en el transcurso de la anorexia nerviosa.

Además, se hace necesario distinguir a cual de las siguientes manifestaciones o tipos se asocia este trastorno:

•      Tipo purgativo: durante el episodio de bulimia nerviosa, el individuo se provoca regularmente el vómito o usa laxante, diuréticos o enemas en exceso.

•      Tipo no purgativo: durante el episodio de bulimia nerviosa, el individuo emplea otras conductas compensatorias inapropiadas, como el ayuno o el ejercicio intenso, pero no recurre regularmente a provocarse el vómito ni usa laxantes, diuréticos o enemas en exceso.

Complicaciones médicas comúnmente asociadas con la bulimia nerviosa:

•      Ruptura de estómago: La purgación puede ocasionar insuficiencia cardiaca debido a la pérdida de minerales vitales, como el potasio.
•      El vómito causa otros problemas serios: entre ellos: el ácido del vómito desgasta la capa externa de los dientes, cicatrices en el dorso de las manos cuando los dedos se introducen en la garganta para provocar el vómito, el esófago se inflama, las glándulas cercanas a las mejillas se inflaman.

•      Ciclos menstruales irregulares.

•      Disminución de la libido.

•      Muchas personas que tienen bulimia sufren también de depresión clínica, ansiedad, trastorno obsesivo compulsivo y otras enfermedades psiquiátricas.

•      Riesgo mayor de comportamiento suicida.


Existen algunas teorías que pueden explicar el trastorno bulímico, así se dice que el factor principal es la ansiedad, lo que se plantea es que las conductas de vómitos y purgas autoinducidas serían conductas de evitación mantenidas por reforzamiento, así los vómitos actúan como reductores de ansiedad, la ingesta de comida activaría la preocupación y los pensamientos distorsionados acerca de su preocupación por engordar, lo que a su vez le haría sentirse infeliz y se agudiza su baja autoestima, este proceso puede activarse con pequeñas cantidades de comida. 

Bulimia

La bulimia se caracteriza por un apetito voraz que obliga al que lo padece a comer en exceso en episodios recurrentes, los alimentos que se ingieren tienen alto contenido calórico y suelen tomarlos a escondidas para no ser descubiertos por otras personas. Posteriormente se sienten tal ansiedad y malestar físico por haber ingerido tanta comida que no pueden evitar tratar de contrarrestar el posible aumento de peso provocándose vómitos.

Así la bulimia se puede definir como episodios descontrolados de comer en exceso (atracones) seguidos normalmente de purgas (auto provocarse el vómito), mal uso de laxantes, enemas, o medicamentos que producen un incremento en la producción de orina, ayuno o ejercicio excesivo para controlar el peso.
Los atracones, en esta situación, se definen como comer cantidades mucho más grandes de alimentos de las que se consumirían normalmente en un periodo corto de tiempo (normalmente menos de dos horas). Los atracones de comida se producen al menos dos veces a la semana durante tres meses y pueden producirse incluso hasta varias veces al día.

Aunque no se conoce la causa de la bulimia, se reconocen factores que contribuyen al desarrollo de la enfermedad. Se incluyen los ideales culturales y las actitudes sociales con respecto al aspecto físico, la autovaloración basada en el peso y la figura corporal, y los problemas familiares. Del 30% al 50 de las personas bulímicas también cumplen los criterios de la anorexia nerviosa al inicio de su enfermedad.

La mayoría de los bulímicos son mujeres adolescentes y procedentes de un grupo socioeconómico alto. Todos los países industriales occidentales han informado de casos de bulimia. Los adolescentes que desarrollan bulimia al igual que en el caso de la anorexia suelen provenir de familias en las que existen antecedentes de trastornos alimentarios, enfermedades físicas y otros problemas de salud mental.


Los individuos que tienen bulimia normalmente son impulsivos y tienden a participar en comportamientos de alto riesgo tales como el abuso de alcohol y drogas. 

domingo, 20 de abril de 2014

Otras alteraciones de la Anorexia

1. Trastornos de Ansiedad: dentro de ellos se encuentran las fobias, las obsesiones y las crisis de ansiedad.

Las fobias se caracterizan por un miedo intenso a engordar y la aversión a determinados alimentos. Existe además fobia al cuerpo y al propio peso, lo que la diferencia de otra fobia es que quien lo padece nunca puede tener un escape total de la situación aversiva y nunca desaparece la ansiedad, es decir no puede huir o evitar el estímulo fóbico. La única manera que tiene de escapar del peso es pesando menos, pero sigue teniendo pavor al peso nuevo.

Las obsesiones se relacionan a un pensamiento intrusito y persistente acerca de la comida, las calorías, el cuerpo y todo lo relacionado. Lo que la diferencia de otros trastornos obsesivos es que el anoxérico no tiene el deseo de quitarse de la cabeza la idea de bajar de peso y además no existe conciencia clara de lo absurdo que suele acompañar al común pensamiento obsesivo.

Las crisis de ansiedad dice relación con una fuerte sensación de ansiedad que se añade a la ansiedad difusa que siempre persiste y provoca cambios de humor importantes y bruscos.

2. Trastornos del Estado del Ánimo: los síntomas depresivos son los más característicos, así existen trastornos del sueño, baja autoestima, llanto frecuente, sentimientos de soledad, reducción de intereses, retraimiento social y pérdida de la líbido.

3. Alteraciones de la Imagen Corporal: La anoréxica dice estar más gorda de lo que realmente está, sin embargo es controversial esta percepción, dice lo que realmente ve, es decir, se percibe en mayores proporciones, o dice lo que piensa y no lo que ve. Las últimas investigaciones señalan que existe una insatisfacción con la imagen corporal, que llevaría a hacer un juicio erróneo acerca de las medidas corporales, sobreestimándolas. Además suele suceder que esta insatisfacción está asociada a partes específicas del cuerpo, dentro de las comunes la barriga, las caderas y los muslos.

4. Alteraciones del Comportamiento: La hiperactividad y la compulsión son las más importantes.

La Hiperactividad se relaciona a que el aumento de la actividad física es una forma de perder peso más rápidamente, como un deseo de quemar calorías, sin embargo, se debe saber que la inanición produce hiperactividad.

Las compulsiones se presentan de diversas maneras, lo más frecuente son los episodios bulímicos o atracones descontrolados, además de almacenar comida o coleccionar recetas en forma compulsiva. 

5. Alteraciones en las relaciones familiares: la alteración de la anoréxica desencadena un conflicto mayor al interior de la familia, hay quienes se enfrentan desde la rabia y el enojo, reaccionando con el castigo, hasta quienes se sienten culpables y responsables del trastorno, reaccionando con mayor indulgencia.

6. Alteraciones escolares: debido a que su única preocupación es el bajar de peso, no se concentran en las tareas escolares.

7. Alteraciones somáticas: entre estas alteraciones las más comunes son:
•         Amenorrea
•         Alteraciones en la piel, seca áspera y fría, palmas de las manos y pies amarillos, además aparece lanugo.
•         Presión baja, lo que provoca mareos.
•         Alteraciones del ritmo cardíaco, lo común es arritmia o bradicardia.
•         Alteraciones del deseo sexual, el cual suele estar disminuido o ausente.



Síntomas de la anorexia nerviosa


      Rechazo a mantener el peso corporal igual o por encima del valor mínimo normal considerando la edad y la talla (por ejemplo, pérdida de peso que da lugar a un peso inferior al 85 % del esperable, o fracaso en conseguir el aumento de peso normal durante el período de crecimiento, dando como resultado un peso corporal inferior al 85 % del peso esperable).

 

      Miedo intenso a ganar peso o a convertirse en obeso, incluso estando por debajo del peso normal.

 

      Alteración de la percepción del peso o la silueta corporales, exageración de su importancia en la auto evaluación o negación del peligro que comporta el bajo peso corporal.

 

      En las mujeres pospuberales, presencia de amenorrea; por ejemplo, ausencia de al menos tres ciclos menstruales consecutivos. (Se considera que una mujer presenta amenorrea cuando sus menstruaciones aparecen únicamente con tratamientos hormonales, por ejemplo, con la administración de estrógenos.).

 

Existen dos subgrupos de comportamientos anoréxicos cuyo objetivo es reducir la ingestión calórica:

 

      Tipo restrictivo: durante el episodio de anorexia nerviosa, el individuo no recurre regularmente a atracones o a purgas (por ejemplo, provocación del vómito o uso excesivo de laxantes, diuréticos o enemas).

 

      Tipo compulsivo / purgativo o bulímico: durante el episodio de anorexia nerviosa, el individuo recurre regularmente a atracones o purgas (por ejemplo, provocación del vómito o uso excesivo de laxantes, diuréticos o enemas).

 

Los síntomas físicos más comunes asociados con la anorexia, los cuales a menudo son el resultado del hambre y la desnutrición, aunque cada individuo puede experimentarlos de una forma diferente, pueden incluir:

      Piel seca que cuando se pellizca y se suelta no recupera su forma normal.

      Deshidratación.

      Dolor abdominal.

      Estreñimiento.

      Letargo.

      Fatiga.

      Intolerancia al frío.

      Demacración.

      Desarrollo de lanugo (vello corporal blanco y fino).

      Piel amarillenta.

 

Las personas que tienen anorexia pueden también ser socialmente introvertidas, irritables, de carácter variable y/ o deprimidas. Los síntomas de la anorexia nerviosa pueden parecerse a los de otros problemas médicos o condiciones psiquiátricas.

 

Las complicaciones médicas que puede producir la anorexia incluyen, pero no están limitadas, a las siguientes: Cardiovasculares (corazón), Hematológicas (sangre), Gastrointestinales (estómago e intestinos), Renales (riñón), Endocrinas (hormonas), Esqueléticas (huesos).

 

Anorexia


“Parecía un esqueleto andante, con sus piernas asomándoles como escobas, las costillas sobresaliéndole y sus omóplatos como pequeñas alas. Su madre expresó: ‘al abrazarla no siento más que huesos, como un pajarillo asustado’. Los brazos y piernas de Ana estaban cubiertos de un vello suave, su aspecto era algo amarillento y su cabello reseco le colgaba como hebra. Lo más impresionante era su rostro: ojos y mejillas hundidas como los de una anciana con una enfermedad que la consume… Ana insistía en que se sentía bien y que nada tenía de malo en verse tan delgada”

 

En nuestra sociedad actual la preocupación por el cuerpo y por la esbeltez ocupan un lugar clave. En esta cultura que da especial valor al culto por el cuerpo, los trastornos de la alimentación parecen haber tenido un campo abonado. Dentro e estos trastornos los que comparten el miedo intenso a aumentar de peso se han convertido n las alteraciones psicopatológicas que más están afectando a la población femenina adolescente en los últimos años. Tanto la anorexia como la bulimia están relacionadas y en apariencia pueden confundirse, ya que un mismo individuo puede manifestar ambas características u oscilar entre ambos trastornos. Sin embargo se deben diferenciar en su diagnóstico.

 

La anorexia es un trastorno que puede tener consecuencias fatales y se distingue por negarse a comer, a menudo sin causa justificada, lo cual da lugar a una excesiva pérdida de peso y diferentes síntomas físicos, causados por la inanición. Así podemos decir que existe una negativa a comer o un miedo intenso a aumentar de peso, acompañado de un pensamiento obsesivo acerca de la comida, las calorías, el cuerpo y todo lo que tenga relación con ello. Se añade una insatisfacción corporal que les lleva a una distorsión perceptiva de algunas partes de su cuerpo (especialmente muslos, caderas y barriga).

 

No es raro que las personas que tienen anorexia busquen recetas y preparen banquetes deliciosos para los familiares y amigos, pero no tomen ellos mismos la comida. También suelen realizar rutinas de actividad física estrictas para no ganar peso así como una serie de actos compulsivos, tales como almacenamiento de comida en sitios ocultos, colección de recetas de cocina, etc.

 

No se conoce la causa de la anorexia nerviosa. Esta normalmente comienza como un comportamiento de dieta inocente, pero gradualmente progresa a una pérdida de peso extrema y dañina. Las actitudes sociales hacia la apariencia del cuerpo, las influencias familiares, la genética, los factores neuroquímicos y del desarrollo se consideran posibles contribuyentes a la causa de la anorexia.

 

Las personas que desarrollan anorexia tienen más probabilidades de proceder de familias que tienen antecedentes de problemas de peso, enfermedad física y otros problemas de salud mental, como depresión o drogadicción. Además, a menudo los adolescentes que tienen la enfermedad proceden de familias que encuentran difícil resolver problemas de forma apropiada, son demasiado estrictas, excesivamente críticas, entrometidas y protectoras.

 

Las personas que tienen anorexia pueden ser también dependientes, inmaduras en su desarrollo emocional y es probable que se aíslen con frecuencia de los demás. Otros problemas de salud mental, como los trastornos de ansiedad o trastornos afectivos, se encuentran comúnmente. Las personas que tienen anorexia suelen someterse a los deseos de los demás y no han aprendido a hacer frente a los problemas típicos de la adolescencia, del crecimiento y de lograr cierta independencia.

 

Se cree que restringen la comida (en particular los hidratos de carbono) para obtener una sensación de control en una o más áreas de sus vidas. Para ellos, el control de su peso aparentemente les ofrece dos ventajas; ejercer control sobre su propio cuerpo y obtener la aprobación de los demás.

sábado, 19 de abril de 2014

Cómo enfrentar la esquizofrenia en lo escolar?


Todos los esfuerzos deben estar abocados a la detección temprana del trastorno, pudiendo para ello identificar la sintomatología característica del trastorno esquizofrénico. Ante lo cual volvemos a recalcar la importancia de la observación de los alumnos a nuestro cuidado, asimismo, debemos conocer en profundidad las características particulares de cada uno de ellos, para poder detectar a tiempo, no sólo esta patología, sino que la amplia gama revisada a lo largo del semestre.

 

Es fundamental estar atentos a las dificultades más conductuales del trastorno, así como a las alteraciones del lenguaje, las cuales se hacen más notorias en los primeros años de escolaridad de un menor.

 

En el caso de los adolescentes, se debe ser muy precavido para actuar de forma inmediata, ante señales de alerta, ante las cuales se debe acudir al consejo de profesores, para la discusión del caso, mostrando las distintas apreciaciones de los profesores, para luego acudir a los padres, quienes tienen la obligación de llevar a su hijo a un centro especializado en trastornos mentales severos como la esquizofrenia. Dependiendo del tratamiento seguido será la intervención a seguir.

 

En caso de tener a un adolescente bajo la supervisión y control médico, debemos mantener la estructura normal del funcionamiento de la sala de clases, así como de sus reglas y normas. Pero la principal intervención se da en el área de la comunicación e integración con el grupo de pares.

 

Para ello, se facilitarán las actividades recreativas y de esparcimiento, permitiéndole al joven actuar con libertar bajo la atente supervisión del docente. De igual modo se debe favorecer la expresión artística del menor, en las áreas de artes y manualidades, las que ofrecen un momento de distracción y permiten la comunicación y expresión de sentimientos e ideas.

 

Del mismo modo que para las otras patologías, nunca se debe etiquetar al menor con su trastorno, en especial para evitar la discriminación por parte de sus compañeros. Asimismo, nunca el profesor debe perder la paciencia o gritar a estos alumnos, hay que fomentar un buen modelo de acción y comportamiento, manteniendo un enfoque comprensivo del trastorno en vez de un punitivo.

domingo, 13 de abril de 2014

adicciones entre los alumnos


Para iniciar el tratamiento de una persona que consume drogas ilícitas es necesario saber cuál es el problema de esa persona, es decir, cuáles son las características del consumo y los principales factores que pueden estar implicados en dar complicación a la situación y cuáles contribuyen a su recuperación.

Hay enormes diferencias entre quien consume en forma esporádica, recreacional y mantiene actividades normales, incluida una sólida red familiar y social, en comparación con quien ha desarrollado un hábito de consumo diario, con características de dependencia, con evidente daño en su situación personal, familiar y social.

Ante todo, lo que se debe hacer es la prevención, para ello es posible desarrollar una estrategia en conjunto con otros profesores, como parte de la política escolar, respecto del uso de drogas y estupefacientes.

Para las estrategias de prevención se debe tener en cuenta que ésta debe ser temprana, es decir, comenzar a establecer diálogos con los alumnos, desde pequeños, ojalá antes de los 10 años, promoviendo una visión general del tema. Para ello ud. como profesor debe conocer en profundidad la patología de la adicción y las características del consumidor, evitando llegar a la adolescencia sin haber intervenido en el tema.

Si se detecta que un alumno ha comenzado a consumir drogas o alcohol, se debe realizar una intervención junto con el establecimiento educacional, incluyendo a los padres del menor, solicitando la evaluación por parte de un profesional especializado en el tema, el cual se encargará del tratamiento específico de la patología.

En resumen, es mejor prevenir que curar, por lo que tenga siempre presente el tema de las adicciones, tanto con sus alumnos como con los apoderados, de modo de facilitar el diálogo y la apertura al tema, siendo éste de atención constante por parte de las autoridades del colegio.

Con respecto a la agresividad, debemos tener en cuenta las señales de alerta de compañeros del menor afectado. Sus conductas son el mejor indicador de que algo está sucediendo con el alumno, ante lo cual se deberá intervenir con estrategias de cooperación, colaboración y trabajo en equipo entre los  mismos compañeros, fomentando las redes sociales. Del mismo modo es necesario promover la aparición de líderes positivos, que estimulen con el ejemplo al menor agresivo.

Del mismo modo, se establecen procedimientos similares para las dos patologías, a saber, Trastorno Oposicionista Desafiante y Trastorno Disocial.

sábado, 12 de abril de 2014

Trastorno disocial en la sala de clases


El trastorno disocial ya nos indica que por los comportamientos que esta teniendo el menor, lo en un principio fue un trastorno de conducta paso a un trastorno oposicionista desafiante y a ahora se ha tornado en un a dificultad mayor. Cuando notemos que los comportamientos de nuestro alumno se enmarquen  en la conductas o características de este trastorno, lo que podemos hacer como profesores es relativamente escaso, no podemos hacer frente a esto solos, y muchas veces los padres ya se han visto superados.

Muchas veces estos menores ya tienen problemas en distintos contextos, sea en el colegio, o en la casa, con amigos y preferentemente con la autoridad. La mayoría ya está en situación de ser suspendidos o expulsados o con una historia de comportamientos inadecuados.

Estos menores están en una línea de riesgo, ya que están a punto de ser “abandonados por el sistema”, ya nadie sabe que hacer con ellos. El profesor deberá atender a esto, informando a los padres para que tomen cartas en el asunto y le den la ayuda profesional necesaria y deberán comprometerse todas las personas que rodeen al menor.

En primer lugar, hay que seguir las indicaciones das anteriormente, como por ejemplo, no entrar en la dinámica del menor y mantener un comportamiento docente comprometido y controlado. Estos menores generan sensaciones de rabia, de molestia y “ganas de retarlos o reprenderlos”, esto sólo nos indica el grado de trastorno que presenta el menor, si nos enganchamos con esto y actuamos emocionalmente daremos señales de perder el control de la situación. Es importante que el profesor siempre esté informado respecto de la naturaleza de los problemas de sus alumnos para que su visión abarque un campo de visión mayor y reconozca que tras un comportamiento perturbador hay un origen profundo.

No es nada sencillo interactuar con un menor que tenga este tipo de comportamientos, generalmente no responden a nuestros avances y generan sensaciones de impotencia. Por lo tanto lo que nos queda por hacer es:

Reconocer las dificultades del menor y el origen de sus problemas

No engancharnos con su dinámica de comportamiento

Ser concientes de los que nos provoca emocionalmente y profesionalmente el menor y usar esto como indicaciones útiles para ser utilizadas en beneficio del alumno

No desafiarlo, porque el alumno rápidamente aceptara el desafió, por ejemplo, no lo hagas o te saco de la sala, y el alumno dice ¡sáqueme, me da lo mismo¡

Mantener una actitud ecuánime frente a sus comportamientos

Activar los mecanismos de ayuda del establecimiento escolar (generalmente escasos)

Nunca se olvide de mantener una actitud de respeto al alumno y de buena voluntad hacia él

Informar a los padres e involúcralos

No actuar solos, sino colaborativamente con los profesores o estructuras escolares asociadas (UTP, Orientación, por ejemplo).

Buscar ayuda y asesoramiento profesional.

*Generalmente estos menores ya están con problemas de malas juntas o han agotado todas las instancias de ayuda. Pero aún así siempre mantengamos la actitud de ayuda hacia el alumno, ya que estos alumnos tienen en su repertorio historias reiteradas de rechazo y de abandono.

viernes, 11 de abril de 2014

Un trastorno oposicionista en clases


Un trastorno de conducta oposicionista desafiante, es el comportamiento que nos indica que un trastorno de conducta se ha agravado y ha evolucionado en algo un poco más arraigado en la conducta del menor. Es decir, sus conductas perturbadoras han pasado a formar parte del repertorio del menor y de su imagen personal. Estos menores generan gran impacto en su entorno y en sus relaciones sociales, generalmente se observa un gran deterioro de todas las áreas y es un menor al cual cuesta llegar con la ayuda, es decir, él necesita de nuestro apoyo, pero él está en oposición y con una actitud cerrada, oposicionista, frente a cualquier estrategia que se quiera adoptar, son muy resistentes al cambio.

Esto se debe a que generalmente el menor ha encontrado en este tipo de conductas un refugio a sus necesidades, la cuales no han sido escuchadas y ya no le quedan estrategias ni herramientas para ser de otra manera.


Un profesor frente a estas situaciones debe nuevamente tratar de comprender el origen de la situación, que en este caso redunda en una estructura familiar o social que ha marcado el comportamiento del menor, por lo tanto se escapa un poco de las manos del profesor. Frente a estos comportamientos y a estos alumnos debemos entender qué le sucede, el origen y la dinámica del comportamiento, pero no podemos hacer frente a esto de manera solitaria, es de esperar que las personas a cargo del menor, sean los padres, y los profesores, en este caso como colegio, actúen de manera conjunta frente a esta situación y por lo general requiera de apoyo profesional.

La estrategia en sí sería, que no se le refuerce la conducta negativa, por medio de retos o descalificaciones, sino por el contrario se premie verbalmente cualquier conducta positiva en él.

No mirarlo cuando presente la conducta disruptiva, no significa ignorarlo, significa no entrar en la dinámica y me mantengo firme frente a esta situación.

Reconozca las situaciones que más generan alteración del comportamiento

Reconozca cuáles son las virtudes del menor y muéstreselas. Generalmente estos menores no saben qué aspectos positivos tienen, o que pueden desenvolverse de otra manera, porque su comportamiento está muy arraigado en ellos.

Invite o involucre a los padres en su estrategia para contar con ellos.

Trabaje en colaboración con su equipo de profesores, por medio de ellos usted sabrá cómo es en otras clases o compartir otras visiones o ampliar su campo de acción al poner al tanto a su equipo, podrá recibir ayuda u otras opiniones.

Informe a los padres y busque su compromiso y recurra a profesionales de ser necesario

Un menor con este comportamiento reiterado de oposición y desafiante a su autoridad puede dejar en entre dicho su autoridad, por lo tanto debe tomar medidas disciplinarias adecuadas y no perder la compostura o el control de la situación, ya que generalmente estos menores pueden provocar cierta actitud de los profesores que va en desmedro del mismo alumno y en perjuicio de la dinámica escolar del aula. Son niños que frente a una actividad o indicación siempre tienden a decir no o a oponerse por oponerse, por lo tanto, vaya integrándolo de manera adecuada al grupo y no permita conductas que dañen a otros. Así como tampoco permítase usted ensañarse con él, hay que respetar, ser respetuoso y darse a respetar.


 

domingo, 6 de abril de 2014

Otros consejos para problemas de conducta


Algunos consejos serian:

Frente a un alumno con problemas de conducta observe las variables que pueden estar generando en el niño dicha conducta

Comprenda que variables o factores pueden estar manteniendo la conducta del menor de mal comportamiento

Evalúe en que contextos se presenta, sólo en la sala o en otros lugares.

Revise su actitud frente al menor y la relación que establece usted con él

Establezca una solución de ser posible, cuando haya comprendido qué genera esta conducta. (Si conozco el problema y si puede tener solución o no)

Establezca un  plan de refuerzo adecuado (trabajo en grupo, solidarios, de cooperación, etc, es decir fomente situaciones en donde el menor se desempeñe con otros comportamientos y premie conductas positivas).

 
*nunca entre en el juego del menor, el niño puede generar molestia o rabia en usted, pero como profesional usted no puede retarlo a cada instante o permitirse reforzar esta conducta, esto puede provocar que un trastorno de conducta, en general sencillo de corregir en algo más severo y más complicado.

Consejos para problemas de conducta en niños y adolescentes


Los trastornos de conducta tienen una presencia importante en los establecimientos educacionales y son causa de alteraciones a nivel de la sala de clases, perturbando la dinámica de enseñanza aprendizaje, generar problemas entre los compañeros, para la disciplina, para la labor en si misma del profesor y para el mismo alumno que puede ver deteriorado su rendimiento y adecuación al entorno social.

 

Como ya hemos dicho es importante determinar las causas de este comportamiento que puede ser perturbador, ver en qué situaciones o contextos se puede presentar, ya que no es lo mismo si esta situación se presenta sólo en la sala de clases, que si estuviese presente en una o más contextos, por ejemplo, casa, entre amigos y en la sala de clases. Esto determina la forma en que actuaremos.

 

Generalmente los menores con problemas de conducta reciben de parte del colegio la ayuda que ellos estén preparados para brindar, es decir, el menor recibe la ayuda dependiendo de los canales o redes que el establecimiento tenga para él. En la mayoría de los casos no se atiende a las reales necesidades del alumno y lo que se hace es una seguidilla de plazos o anotaciones que pueden resultar en una suspensión o expulsión, cuando se han agotado las instancias escolares, por lo tanto se aplica el reglamento y el menor queda fuera del sistema escolar.

 

El profesor a cargo frente a los problemas conductuales deberá adoptar la estrategia de acercarse al problema de manera comprensiva y determinar los factores o variables que incidan en el mismo. De ese modo podrá planificar su proceder.

 

Los niños con problemas de conducta generan una situación de indisciplina dentro de la sala de clases, ese es el primer objetivo a enfrentar. No permita que las conductas del menor sean, celebradas por los demás compañeros, es decir, que reciban una aprobación social, de esa manera la conducta que en un principio era reforzada por las respuestas de sus compañeros ya no lo serán más. De igual manera usted deberá analizar su conducta para saber en qué medida su aprobación o rechazo del alumno, es decir su relación con ese alumno, mantiene o fomenta esa conducta. Por ejemplo puede usted fomentar que un alumno se porte mal, al retarlo constantemente. Se ha visto que los profesores generalmente frente a un alumno con mal comportamiento es etiquetado y se le asocia una imagen y es constantemente reprendido por sus profesores, lo que es un primer error, dado que la conducta por lo general tiene a incrementarse.

 

Hay que entender la dinámica de la situación. En primer lugar entender que quizás la conducta del menor sea una forma de llamar la atención o de pedir ayuda de manera indirecta. Piense usted como se sentiría si frente a una necesidad suya la gente reaccionara con rabia o lo retaran, nada agradable verdad.

 

sábado, 5 de abril de 2014

Autoestima y autoconcepto en el colegio


Para trabajar con un niño con baja autoestima y pobre Autoconcepto se puede enfocar la intervención pedagógica en la estimulación del niño por medio de reforzadores inmediatos, por ejemplo una carita feliz o estrellita en un diario mural con horario del curso semanalmente, de modo de entregarle un premio cada vez que realice una actividad bien, o cuando intente hacerla. Asimismo se le entregará un rol especial dentro de la sala de clases, encargándole algunas tareas simples y que sea capaz de realizar de acuerdo a su edad y etapa de desarrollo.

En el caso de adolescentes, se les debe conversar frecuentemente, para brindar confianza y seguridad en el profesor, de modo de poder hablar de sus preocupaciones y poder juntos realizar una estrategia para superar su problema, lo cual reafirma su autoestima, en la medida que es partícipe de sus dificultades, pero también tome conciencia de su potencialidades, cualidades positivas y habilidades para distintas áreas de desarrollo.

Como en todos los trastornos del área revisada, se debe proteger al niño o adolescente de las burlas y comentarios negativos acerca de su problema, sin ser sobreprotegido, se debe procurar un clima de respeto mutuo entre él y sus compañeros, de modo de evitar una sobre exposición del menor en el colegio.

Trastrono depresivo en la infancia y el colegio

El tratamiento de la depresión infantil ante todo debe ser individualizado, adaptado a cada caso en particular y a la fase del desarrollo que se encuentra el niño, en base a: su funcionamiento cognitivo, su maduración social y su capacidad de mantener la atención.

Debe además involucrar de una manera activa a los padres, y realizar intervenciones hacia el entorno del niño (familiar, social y escolar).

El tratamiento se divide en tratamiento de fase aguda y fase de mantenimiento.
El tratamiento en Fase Aguda, incluye: Psicológico, Farmacológico y Combinado.

Las Terapias Psicológicas más utilizadas son:

• Cognitivo-Conductual: se basa en la premisa de que el paciente deprimido tiene una visión distorsionada de sí mismo, del mundo y del futuro. Tales distorsiones contribuyen a su depresión y pueden identificarse y tratarse con esta técnica.

• Conductual: se basa en la aplicación de técnicas de modificación conductual, manejo adecuado de situaciones, etc.

 • Familiar.

 • Grupal y de Apoyo.

El Tratamiento Farmacológico se basa en el uso de drogas como:

• Antidepresivos Tricíclicos, para lo cual se requiere un EEG basal, y mediciones de tensión arterial, frecuencia cardiaca y peso.

• Los Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina ISRS, son en la actualidad los más utilizados, por su eficacia, aparente bajo perfil de efectos colaterales, baja letalidad por sobredosis y fácil administración una vez al día.

El Tratamiento Combinado, que incluye fármacos y terapias psicológicas, ha demostrado ser lo más adecuado en la actualidad.

Así mismo, el Tratamiento en Fase de Mantenimiento va a depender del estado clínico del paciente, su funcionamiento intelectual, su sistema de apoyo, la presencia o no de estresores ambientales y su respuesta al tratamiento.

Durante el periodo de clases se debe animar al niño con actividades lúcidas, de entretención, donde interactúe con sus pares. Del mismo modo, se debe reforzar cada vez que el menor presente una buena conducta, en el caso de que su conducta típica sea de rabietas y berrinches. Así no se le prestará la suficiente atención cuando está en esa fase, pero se le reforzará inmediatamente cuando mejore su estado. Finalmente se le estimulará haciéndolo partícipe de la clase, dirigiendo a un grupo, repartiendo pruebas o trabajos, la idea central es que ocupe un lugar importante en la sala de clases y para el profesor.