miércoles, 1 de febrero de 2012

6. El niño que se hace pipí:

Algunas veces el hacerse pipí en el día o noche es una forma inconsciente de llamar la atención. Cuando el niño se siente rechazado o falto de afecto busca caminos para llenar su necesidad emocional, es la única forma de tener a atención de los adultos, aunque lo reten o lo castiguen por hacerlo. Un ambiente tenso de esta forma, sólo consigue agravar el problema porque el niño se siente inseguro y con más problemas de autoestima. Se le debe tratar con cariño, respeto y paciencia. Puede ser útil elaborar un calendario de registro para el niño colocar una “carita feliz” cuando el niño logre controlar el esfínter.

5. El niño inquieto:

La hiperactividad es uno de los problemas que aparecen con frecuencia en la edad pre escolar y es mayor en niños que en niñas. Se le deben entregar instrucciones sencillas, fáciles de realizar y cortas, que no demoren mucho tiempo, sino el niño se aburrirá con facilidad. No se le debe pedir muchas cosas a la vez y estimular positivamente sus logros y manifestarle interés y afecto.

Cuando el niño está tranquilo y sentado o bien entretenido en cualquier actividad sin moverse demasiado o molestando a sus compañeros, se le debe alabar, además se le pueden designar responsabilidades especiales, como elegir una película, llevar un recado a alguien, o ayudar en forma especial a la tía a cargo.

4. El niño desobediente:

Los niños deben entender que hay reglas de convivencia que deben ser respetadas, debemos conservar la calma y no gritarle cuando desobedezca, si no sólo conseguiremos que haga sus tareas cuando nos enojemos con él. Es importante que las instrucciones que le demos sean claras y concretas, así como ajustadas a su comportamiento. Cuando no nos haga caso le volvemos a repetir la instrucción, si también nos ignora no le prestaremos atención. Después de 10 minutos le pediremos otra vez lo mismo, siempre manteniendo una actitud tranquila, el niño tiene que cumplir con sus obligaciones, no podemos permitir que consiga su propósito de no ordenar o no realizar sus tareas. Debemos motivarlo a realizar las actividades que se le propongan.

3. Cuando el niño quita las cosas a sus compañeros:

En el niño menor de cinco años, el que le quite cosas a sus compañeros no revisten demasiada importancia, a esta edad el niño se deja llevar por sus impulsos y no distingue bien lo que es suyo y lo que es de los demás, y toma lo que está a su alcance cuando le apetece o le agrada. Sólo se debe explicar que él también tiene sus cosas y que no debe quitarle cosas a los demás.