sábado, 21 de junio de 2014

Dificultades en la comunicación en el trastorno autista


El procesamiento de las dificultades de la relación y la comunicación descritas se pueden agrupar en tres modelos:

Modelo A: estos niños, sin razón aparente, muestran la mayor parte del tiempo dificultades motoras y una gesticulación intencional dificultosa. Presentan afecto inapropiado e irregular incluso en el juego sensorial, donde pasan de una satisfacción plena a ataques de rabia. Algunos niños muestran además, un tono muscular pobre y tienden a sentirse infraestimulados por el ambiente, de manera que necesitan mucha energía para poder dar respuesta a los estímulos sensoriales, del mismo modo pueden ser extremadamente distraídos y activos.

Modelo B: los niños de este modelo son capaces de una gesticulación intencional simple pero discontinua. El afecto suele ser accesible, pero transitorio. Tienden a disfrutar de actividades repetitivas y estereotipadas con objetos y son muy rígidos. Suelen reaccionar de forma muy intensa ante cualquier cambio de rutina diaria. Estos niños son más organizados que los del modelo A y pueden llegar a manifestar su intencionalidad mediante conductas negativistas o de evitación.

Modelo C: estos niños muestran una mayor consistencia que los otros modelos en lo que respecta a la inteligencia, aunque también son rígidos y evitadores. Suelen tener una continuidad en sus relaciones, usando gesticulaciones sociales como mirar, incluso a veces son capaces de realizar conductas complejas, como abrir una puerta para que alguien salga. Se resisten a los cambios y son muy perseverantes. Se preocupan por algunos objetos en concreto. Muestran diferentes tipos de actividad sensorial y de dificultades motoras con tendencia a la sobreexcitación ante diversas sensaciones. Pueden usar palabras o frases de textos escritos o repetir canciones o videos.

miércoles, 18 de junio de 2014

Definición autismo

Para clasificar el trastorno autista se deben presentar seis o más características, siendo de mayor relevancia el primer punto.

 Ellos son: 1. Alteración cualitativa de la interacción social, manifestada como mínimo en dos de las siguientes características: • Importante alteración del uso de múltiples comportamientos no verbales, como el contacto ocular, la expresión facial, posturas corporales y otros gestos que regulan una relación social. • Incapacidad para desarrollar relaciones con compañeros que sean adecuadas al nivel de su desarrollo. • Ausencia de la tendencia espontánea de compartir con otros alegrías, intereses y objetivos. • Falta de reciprocidad social o emocional.

 2. Alteración cualitativa de la comunicación manifestada como mínimo por dos de las siguientes características: • Retraso o ausencia total de desarrollo del lenguaje oral, sin intentos de compensación por maneras alternativas de comunicarse. • En individuos con habla adecuada, alteración importante de la capacidad para iniciar o mantener una conversación con otros. • Uso estereotipado y repetitivo del lenguaje o lenguaje idiosincrático. • Ausencia de juego realista espontáneo variado o de juego imitativo social propio de su nivel de desarrollo.

 3. Patrones de comportamiento, intereses y actividades restrictivas, repetitivas y estereotipadas, manifestados en al menos una de las siguientes señales: • Preocupación absorbente por uno o más patrones estereotipados y restrictivos de intereses que resulta anormal, ya sea por su intensidad o por su objetivo. • Adhesión aparentemente inflexible a rutinas o rituales específicos y no funcionales. • Manierismos motores estereotipados y repetitivos. • Preocupación persistente por partes de objetos.

 4. Retraso o funcionamiento anormal en al menos una de las siguientes áreas, que aparecen antes de los 3 años, interacción social, lenguaje usado en la comunicación social o juego simbólico o imaginativo.

  A pesar de las características mencionadas, no es fácil realizar un diagnóstico precoz del autismo, ya que algunas veces se alcanza un deterioro significativo de las funciones, pero no un retraso absoluto o ausencia. Así es frecuente el deterioro significativo, pero no retraso absoluto de las habilidades para elaborar relaciones sociales y emocionales con las personas importantes de su entorno, deterioro significativo en la formación, mantenimiento y desarrollo de la comunicación, disfuncionamiento significativo en el procesamiento auditivo, las sensaciones de hiperreactividad o hiporreactividad, y la actividad motora en general.

domingo, 15 de junio de 2014

Trastorno Autista

El autismo es un trastorno que comienza a manifestarse en la niñez, pero que no afecta únicamente a la infancia, dado que corresponde a un trastorno del desarrollo y como tal abarca todas las edades y el funcionamiento global del individuo.

Este cuadro ha recibido un sinnúmero de nombres tales como psicosis infantil, psicosis simbiótica, psicosis desintegrativa, esquizofrenia etc. El trastorno autista fue descrito por primera vez en 1943 por Leo Kanner, a medida que surgieron nuevas investigaciones se fue aclarando y al mismo tiempo definiendo las características principales que hoy constituyen la patología.

Como veíamos el autismo forma parte de los trastornos del desarrollo, los cuales incluyen el trastorno de Rett (en niñas, asociado a anomalías del comportamiento, neurológicas y físicas, desaceleración del crecimiento del perímetro craneal, pérdida de habilidades manuales y mala coordinación), síndrome de asperger (que será revisado más adelante) y la psicosis desintegrativa de la infancia (pérdida de las habilidades ya adquiridas luego de un periodo normal de desarrollo infantil, con alta probabilidad de tener retraso mental).

En general el trastorno del desarrollo se caracteriza por una serie de alteraciones cualitativas típicas de la interacción social y de los patrones de comunicación, junto a una conducta repetitiva, estereotipada y restrictiva, lo mismo es válido para los intereses y motivaciones. En la mayoría de los casos se observa este trastorno desde el nacimiento.


El autismo como patología presenta varias hipótesis que de alguna manera intentan explicar su origen, entre ellas se encuentra la hipótesis neurobiológica que señala que existe una base orgánica cerebral y genética que pueden afectar el feto, pese a que algunas veces presentan una inteligencia normal. Del mismo modo otras teorías apuntan a factores ambientales de riesgo, como son la exposición a productos químicos. Como muchos de los trastornos que se presentan en la infancia, algunas teorías defienden la hipótesis que señalan una probabilidad mayor de aparición de la patología cuando existen infecciones virales importantes en las madres durante el embarazo, donde la rubéola es la más frecuente. 

Otras recomendaciones alimenticias son:

1.- Servir comida en cantidad moderada
2.- Comer siempre en el mismo lugar
3.- Servir los platos en la cocina
4.- Comer lento
5.- No asociar otras actividades a la alimentación
6.- Intentar dejar comida en el plato
7.- Concentrarse en la comida
8.- Guardar alimentos tentadores
9.- Eliminar dulces y azúcar

Para intervenir directamente con los niños, se les puede enseñar cómo comer, los alimentos que los ayudan a crecer y desarrollarse adecuadamente. Del mismo modo se coloca énfasis en la actividad física como parte esencial de la ecuación que reciben, no sólo en las clases de educación física, sino que realizar clases menos rígidas que mantengan a los niños sentados durante toda la mañana.


Un aspecto esencial cuando existen niños obesos, es fomentar la amistad, las buenas relaciones, la empatía, la colaboración y por sobretodo la autoestima en estos menores, de modo de que puedan desarrollar habilidades interpersonales que les permiten desempeñarse adecuadamente sin ser pasivos o muy agresivos. 

Estrategias pedagógicas de intervención y manejo de la obesidad


Una de las consecuencias directas del sobre peso en los niños es la baja en la autoestima, producto de las burlas de sus compañeros, sobrenombres, etc. Se agrega que son niños con dificultad para realizar esfuerzos físicos prolongados, por lo que las clases de educación física suelen ser tortuosas, del mismo modo temen cambiarse de ropa delante de sus compañeros por temor a las burlas.

Son más evidentes las bromas entre los varones, sin embargo en el caso de las niñas suele darse mayor aislamiento y rechazo, en especial durante la adolescencia, las niñas se ven rechazadas por los varones, aunque muchas veces logran desarrollar otras habilidades interpersonales que las hacen tener un buen círculo de amigos.

Muchos de los niños obesos adoptan conductas que compensan las bromas y burlas, de modo de sentirse aceptados en el grupo, así pueden ser los “chistosos” o “payasos” del curso, son extremadamente complacientes y “buenos”, prestando sus útiles e incluso tareas o deberes escolares, tratan de “caer bien” para evitar que se rían de ellos; otros sin embargo, adoptan una actitud desafiante, defendiéndose a golpes o lanzando burlas contra otros que consideran más débiles, la estrategia aquí es generar respeto por medio de la agresión a otros.

En Chile, los índices de obesidad infantil han aumentado fuertemente, así un modelo de prevención en el más adecuado al momento de tratar el trastorno. Ya se está implementando programas de alimentación saludable en los jardines infantiles, quienes tienen un menú semanal de los alimentos que deben llevar a clases, fomentando los más saludables como frutas y verduras.

Si bien es cierto que los colegios se están preocupando del tema, no es posible una prevención integral si los padres, durante el fin de semana, llevan a sus niños a los centros de comida rápida, a modo de “regalonear” a sus hijos. Por lo que una de las principales estrategias a desarrollar para trabajar el tema de la obesidad es realizar talleres para padres, desde la enseñanza básica hasta los niveles más altos.

Un programa de prevención orientado a los padres, debe contener:
•     Una definición y clasificación de la obesidad: que explique con claridad los parámetros que hacen que un niño sea obeso o tenga sobrepeso. Ello ayuda a que los padres sepan distinguir entre las distintas clasificaciones que obesidad y realicen una prevención ante los primeros signos, ello sin volverse adictos a los ejercicios o estresando a sus hijos con el tema del peso, lo que desencadenaría un futuro problema de anorexia o bulimia en los menores.

•     Las principales características de la obesidad en Chile: ayuda a tener una visión más amplia del problema en la población chilena, centrándose en los niños, quienes muchas veces exigen a sus padres los almuerzos con papas fritas o hamburguesas de comida rápida.

•     Las consecuencias médicas y físicas del sobrepeso en los niños: es esencial que los padres conozcan cómo la obesidad puede llegar a afectar físicamente a sus hijos, quienes pueden llegar a problemas graves como los cardíacos, hipertensión o diabetes, en especial si existen antecedentes familiares de estas patologías. No se debe olvidad el agregar las consecuencias a nivel psicológico, social e incluso a nivel escolar, que conlleva la obesidad a edades tempranas.

•     Las características de una dieta balanceada en niños de acuerdo a cada edad y los requerimientos calóricos según actividad física: a modo de guía, se deben entregar fichas que expongan las necesidades alimenticias de los niños, con énfasis en los alimentos que no pueden faltar, como leche y sus derivados.

•     Las preparaciones de los alimentos de modo que resulten saludables, evitando las frituras o excesos de grasas: en muchos casos, los padres no pueden adquirir con frecuencia verduras y frutas u otros alimentos más refinados, ya que por lo general los precios son altos, por lo que una alternativa es desarrollar un modo de cocción más sano, en vez de freír los alimentos, se pueden cocinar al vapor o simplemente en agua, se conversa además de las mezclas más dañinas como acompañar siempre el puré de papas o arroz con vienesas, huevos fritos, carne o pollo, reemplazando estas combinaciones con tomates, lechugas u otras verduras de fácil acceso. La idea es que diariamente se deben combinar los alimentos para que la dieta sea balanceada, no restringiendo al menor, ya que lo más probable es que coma entre comidas pan o dulces.

Asimismo, se debe poner énfasis en el exceso en el consumo de bebidas gaseosas, tratando de ser reemplazadas en lo posible por jugos naturales o simplemente agua corriente. No se debe olvidar que los niños observan la comida antes de ingerirla por lo que la presentación de los platos debe ser entretenida, mezclando colores, haciendo llamativa la comida.

•     Plantear un menú de alimentos para que los niños lleven al colegio, evitando las golosinas y fomentando las frutas: esto es de gran importancia, ya que los pequeños pasan largas horas en el colegio, se debe procurar una buena alimentación e hidratación. Del mismo modo debe haber un consenso de los alimentos que serán llevados, ya que algunas veces los niños comparan sus almuerzos.

•     Realizar un plan de ejercicios que puedan desarrollar padres e hijos: lo cual además de prevenir la obesidad procura mantener una buena relación y comunicación entre ellos. Como por ejemplo andar en bicicleta por un parque durante el fin de semana, realizar caminatas alrededor del barrio, realizar partidos de fútbol o simplemente juegos donde se requiera el movimiento. Quienes poseen mayores recursos pueden inscribir a sus hijos en actividades deportivas de su preferencia, como fútbol, tenis, natación, etc. Procurando que no intervengan con el régimen escolar y que no supongan una sobrecarga a las ya numerosas actividades que deben realizar los niños.


•     Poner énfasis que la alimentación saludable es un estilo de vida: y no supone una obligación o castigo para los niños, por lo que los padres deben saber que ellos son un modelo importante a seguir, de modo que toda la familia forme parte de este estilo y no tengamos en la mesa varios tipos de comida, donde el niño sólo pueda comer algunos mientras el resto disfruta de “lo más rico”. 

Estrategias pedagógicas de intervención y manejo de la anorexia y bulimia PARTE II

Existen una serie de características personales que se deben tener en cuenta para detectar un posible trastorno de la alimentación:

•     Un historial de ligero sobrepeso: Alrededor del 33% de las pacientes tenían un ligero sobrepeso antes del comienzo de la anorexia nerviosa. De hecho, la enfermedad frecuentemente se inicia cuando la paciente se somete a una dieta estricta y luego no se detiene cuando llega al peso buscado. Algunas han perdido peso por alguna otra razón, como una enfermedad, luego se agradan de esa manera y continúan perdiendo peso.

•     Un excesivo deseo de agradar a los demás y evitar situaciones estresantes: Quizás porque se le ha enseñado a reprimir sus propios deseos, las personas que desarrollan anorexia a menudo desarrollan una extrema necesidad de acomodarse y tratar de hacer felices a los demás, algunas veces a expensas de sus propias felicidades y necesidades.

•     Una personalidad rígida, expresada en una excesiva necesidad de seguir reglas y una tendencia a criticar a los demás: Mucho se ha escrito de la rigidez de las anoréxicas; se piensa que ese rasgo se desarrolla a partir de la necesidad de la futura paciente de mantener el mayor control sobre su entorno, en parte porque carece de control real sobre su propia vida y en parte porque sus circunstancias pueden estar en cierto modo verdaderamente fuera de control.

•     Miedo a las situaciones nuevas: Las mujeres anoréxicas a menudo resulta haber sido jóvenes tímidas e introvertidas que evitaban situaciones nuevas. Esto quizás encaja con los problemas contra los que luchan respecto de la identidad y el control.

•     Elección de una afición o una carrera que concede gran importancia al peso: Las carreras de bailarina de ballet, modelo, actriz y deportistas son representativos por fomentar trastornos de la comida en las mujeres, debido al alto valor que se concede a poseer un aspecto delgado y, paradójicamente "saludable".

Más obvio resulta observar el cambio en la contextura corporal, así la baja de peso brusco aparece como significativo si éste se va reduciendo rápidamente sin mantenerse. Una comunicación personalizada con los padres y apoderados puede esclarecer las dudas respecto del problema de la joven. Por lo que resulta necesario incluir este tema como parte de los talleres para padres, señalando los aspectos a los cuales deben estar atentos para prevenir las complicaciones físicas.

Una vez que se ha detectado el problema es de suma urgencia que se derive a un especialista que evalúe los riesgos fisiológicos a los que puede estar expuesta la joven. Lo más problemático ante estos trastornos es realimentar a la persona quien ‘tiene terror a engordar’. La estrategia sugerida es aliarse con todos los profesionales que se encarguen del tratamiento, de modo de tener informados a todos de los avances o retrocesos de la enfermedad.

Al momento de enfrentarnos con una alumna con los trastornos debemos establecer y mantener una buena alianza, con ella y con sus padres. Si bien no nos podemos hacer cargo del problema en sí, podemos ayudar a controlar la ingesta de alimentos nutritivos en la escuela, mejorar el funcionamiento social de modo de recuperar las redes de apoyo, ya que muchas veces varias alumnas amigas cubren el conflicto.

Por otro lado, es útil dedicar en algunas horas de clases, tiempo para ejercicios de relajación, que permitan disipar la ansiedad y fortalecer el manejo del estrés. Además resulta conveniente realizar talleres de habilidades sociales, que fomenten las relaciones de amistad válida y suficiente para aumentar las redes de apoyo que puedan atender las crisis de angustia de la alumna con anorexia o bulimia.


En casos extremos, cuando la alumna ha sido hospitalizada debido a la inanición, se deben desarrollar programas de reinserción escolar, fomentando los hábitos de estudio, poniendo al día en las asignaturas perdidas, programando la toma exámenes atrasados, con un plazo determinado que no aumente la ansiedad, facilitando el curso normal del aprendizaje. Así se le debe dar apoyo en las asignaturas de mayor dificultad, siendo en algunos casos, necesario el apoyo pedagógico individual, aunque no existan alteraciones de aprendizaje. 

Estrategias pedagógicas de intervención y manejo de la anorexia y bulimia


Desde luego una anorexia o bulimia conforma un problema de salud mental importante en nuestra sociedad, cada vez más se conocen casos de adolescentes afectadas por el trastorno. En un principio los colegios reaccionaron con medidas de castigo o supervisión, así los baños permanecían cerrados, durante y después de las horas de almuerzo, un profesor vigilaba las salas donde las adolescentes almorzaban, procurando que se ingirieran los alimentos. Más tarde se reconoció que la labor debía ser de prevención. Por lo que se realizaron programas de difusión del problema, sus características y consecuencias a nivel físico, así como menús especiales bajos en calorías, pero nutritivos como parte de los almuerzos que se distribuyen en las escuelas. Sin embargo, es poco lo que se ha logrado, debido a que los jóvenes se encuentran fuertemente influenciados por los modelos de belleza corporal que imperan en la sociedad occidental.


Lo más relevante que se debe tener en cuenta para detectar una posible anorexia o bulimia es la observación de las conductas de las adolescentes, tales como beber mucha agua durante el día, la asistencia frecuente a los baños sin compañía, la ingesta frecuente y poco variada de ciertos alimentos como manzanas, lechuga y pescados como el atún. Además del excesivo esfuerzo en actividades físicas que comúnmente no llamaban la atención de las jóvenes. 

domingo, 8 de junio de 2014

Trastorno por estrés agudo

Este tipo de estrés surge inmediatamente después de ocurrido del evento traumático hasta algunas semanas después. Se caracteriza por sentimientos de miedo intenso y desamparo, junto a los siguientes síntomas:

•     Sintomatología disociativa: (Disociación: Alteración de las funciones normalmente integradas de conciencia, memoria, identidad, o percepción del ambiente, ciertos comportamientos o pensamientos pierden la relación normal con el resto de la personalidad y actúan de una manera autónoma. El trastorno puede ser repentino o gradual, transitorio o crónico.) donde destacan cierta insensibilidad, separación afectiva de personas significativas o ausencia de reacción emocional, amnesia de ciertos hechos del trauma, etc.

•     Síntomas de ansiedad: dificultad para dormir, pesadillas, inapetencia o exceso de apetito, irritabilidad, inquietud en la conducta, miedo, etc.

•     Revivir el suceso traumático: flashback visuales u olfativos.

•     Evitación del recuerdo traumático: se evitan aquellos estímulos que se encuentran asociados al trauma, desde pensamientos, conversaciones hasta lugares o personas.

La diferencia fundamental del trastorno por estrés agudo con el estrés postraumático es que en el primero los síntomas no persisten por más de un mes, por ello suelen ser mucho más agudos e intensos, en el segundo, los síntomas se prolongan por más tiempo, llevando a desarrollar más alteraciones a nivel físico.


En general en el estrés en niños y adolescentes aparece un miedo intenso, con frecuencia difuso, pero que puede volverse crónico fácilmente, en especial en niños pequeños y que interfiere en todas las áreas de su desarrollo, especialmente en el ámbito escolar y social.