A
los 6 meses: existe un llanto difícil de interpretar por la madre, menos activo
y exigentes que un niño normal, algunos son extremadamente irritables, contacto
ocular muy pobre, no hay respuestas anticipatorias.
Alos
8 meses: balbuceos limitados e inusuales, no imitan sonidos, gestos ni
expresiones, dificultades para poderlos consolar y tranquilizar, algunos son
extremadamente solitarios y presentan un rechazo activo al contacto,
movimientos repetitivos.
Al
año: pueden aparecer pueden aparecer las primeras palabras, pero no son usadas
con sentido, llantos muy fuertes y frecuentes además de difíciles de
interpretar, cuando empiezan a andar, decrece su sociabilidad, no presentan
ansiedad separación como periodo normal.
A
los dos años: emiten menos de 15 palabras, además se presentan de manera
aislada, no hay desarrollo del gesto comunicativo, pueden diferenciar a sus
padres del resto de las personas, dan pocas señales de afecto, son indiferentes
a las muestras de afecto de los adultos, pueden desarrollar miedos intensos,
prefieren estar solos, muestran poca curiosidad para explorar el mundo que les
rodea, hacen unos anormal de los juguetes.
A
los 3 años: se da una combinación extraña de palabras, pueden repetir frases,
pero no hay un lenguaje creativo, entonación y ritmo extraños, usan al adulto
para obtener lo que quieren, no aceptan a los otros niños, irritabilidad
excesiva, no entienden el significado de los castigos, muerden los juguetes, no
hay juego simbólico, movimientos repetitivos, fascinación visual por objetos
luminosos, pueden mostrar una relativa habilidad en los juegos de manipulación.
Desde
los 3 a los 6 años: algunos logran combinar dos o tres palabras de manera
creativa, ecolalia (repetición de sonidos o palabras escuchadas), imitación de
anuncios televisivos, no entienden ni expresan concepto abstractos, no pueden
mantener una conversación, hacen uso incorrecto de los pronombres (ella, él,
esto, ninguno), rara vez hacen preguntas, persiste el uso anormal de la
palabra, incapaces de usar y comprender gestos, vocabulario conductual, no usan
la mirada para comunicar, no entienden el rol en los juegos, hacia los 6 años
suelen ser más sociables, falta de sentimiento de vergüenza, falta del sentido
de propiedad, no son competitivos, no presentan autodefensa, intolerancia a la
frustración, manipulan el ambiente, usan a las personas de su entorno,
incapacidad de compartir afectivamente situaciones, conducta espontánea rígida
y limitada, no tienen juego simbólico o es muy limitado, pautas de imitación
limitadas, esconden habilidades y conocimientos.
Adolescencia
y edad adulta: pueden presentar
conductas sociales negativas, no son aceptados por sus compañeros de la misma
edad y sin el trastorno, vulnerabilidad a presentar sintomatología depresiva,
deterioro de las habilidades antes adquiridas, hiperactividad, conductas
agresivas y destructivas, aumentan las conductas sin sentido y la incapacidad
para aceptar cambios en las rutinas, algunos presentan crisis epilépticas.
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