domingo, 8 de junio de 2014

Trastorno por estrés agudo

Este tipo de estrés surge inmediatamente después de ocurrido del evento traumático hasta algunas semanas después. Se caracteriza por sentimientos de miedo intenso y desamparo, junto a los siguientes síntomas:

•     Sintomatología disociativa: (Disociación: Alteración de las funciones normalmente integradas de conciencia, memoria, identidad, o percepción del ambiente, ciertos comportamientos o pensamientos pierden la relación normal con el resto de la personalidad y actúan de una manera autónoma. El trastorno puede ser repentino o gradual, transitorio o crónico.) donde destacan cierta insensibilidad, separación afectiva de personas significativas o ausencia de reacción emocional, amnesia de ciertos hechos del trauma, etc.

•     Síntomas de ansiedad: dificultad para dormir, pesadillas, inapetencia o exceso de apetito, irritabilidad, inquietud en la conducta, miedo, etc.

•     Revivir el suceso traumático: flashback visuales u olfativos.

•     Evitación del recuerdo traumático: se evitan aquellos estímulos que se encuentran asociados al trauma, desde pensamientos, conversaciones hasta lugares o personas.

La diferencia fundamental del trastorno por estrés agudo con el estrés postraumático es que en el primero los síntomas no persisten por más de un mes, por ello suelen ser mucho más agudos e intensos, en el segundo, los síntomas se prolongan por más tiempo, llevando a desarrollar más alteraciones a nivel físico.


En general en el estrés en niños y adolescentes aparece un miedo intenso, con frecuencia difuso, pero que puede volverse crónico fácilmente, en especial en niños pequeños y que interfiere en todas las áreas de su desarrollo, especialmente en el ámbito escolar y social. 

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