domingo, 13 de abril de 2014

adicciones entre los alumnos


Para iniciar el tratamiento de una persona que consume drogas ilícitas es necesario saber cuál es el problema de esa persona, es decir, cuáles son las características del consumo y los principales factores que pueden estar implicados en dar complicación a la situación y cuáles contribuyen a su recuperación.

Hay enormes diferencias entre quien consume en forma esporádica, recreacional y mantiene actividades normales, incluida una sólida red familiar y social, en comparación con quien ha desarrollado un hábito de consumo diario, con características de dependencia, con evidente daño en su situación personal, familiar y social.

Ante todo, lo que se debe hacer es la prevención, para ello es posible desarrollar una estrategia en conjunto con otros profesores, como parte de la política escolar, respecto del uso de drogas y estupefacientes.

Para las estrategias de prevención se debe tener en cuenta que ésta debe ser temprana, es decir, comenzar a establecer diálogos con los alumnos, desde pequeños, ojalá antes de los 10 años, promoviendo una visión general del tema. Para ello ud. como profesor debe conocer en profundidad la patología de la adicción y las características del consumidor, evitando llegar a la adolescencia sin haber intervenido en el tema.

Si se detecta que un alumno ha comenzado a consumir drogas o alcohol, se debe realizar una intervención junto con el establecimiento educacional, incluyendo a los padres del menor, solicitando la evaluación por parte de un profesional especializado en el tema, el cual se encargará del tratamiento específico de la patología.

En resumen, es mejor prevenir que curar, por lo que tenga siempre presente el tema de las adicciones, tanto con sus alumnos como con los apoderados, de modo de facilitar el diálogo y la apertura al tema, siendo éste de atención constante por parte de las autoridades del colegio.

Con respecto a la agresividad, debemos tener en cuenta las señales de alerta de compañeros del menor afectado. Sus conductas son el mejor indicador de que algo está sucediendo con el alumno, ante lo cual se deberá intervenir con estrategias de cooperación, colaboración y trabajo en equipo entre los  mismos compañeros, fomentando las redes sociales. Del mismo modo es necesario promover la aparición de líderes positivos, que estimulen con el ejemplo al menor agresivo.

Del mismo modo, se establecen procedimientos similares para las dos patologías, a saber, Trastorno Oposicionista Desafiante y Trastorno Disocial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario