El Enfoque
Psicosomático es una perspectiva que enfatiza la interrelación de los aspectos
somáticos, psíquicos y etológicos en la génesis y evolución de los procesos
psicopatológicos.
Se funda en la
premisa que no es posible disociar o separar los fenómenos psicopatológicos de
los fenómenos biológicos, lo que implica abordar sus diferentes manifestaciones
desde la unidad del organismo.
Tenemos entonces
a un individuo inseparable como organismo vivo. No existe ninguna enfermedad
puramente psíquica o puramente física, sino tan sólo procesos vivientes que
ocurren en un organismo viviente y que está vivo sólo en virtud de que en él,
lo psíquico y lo somático están integrados en una unidad.
La concepción
psicosomática es una concepción amplia, con aportes clínicos y teóricos
provenientes de distinta disciplinas. Desde el ámbito psicoanalítico, autores
tales como Franz Alexander, Alfred Adler, Sandor Ferenczi, Wilheilm Reich y
otros han enfatizado esta perspectiva. Sin embargo, no es sólo en el ámbito
psicoanalítico que esta concepción ha encontrado eco. Existen aportes
provenientes del enfoque Conductual desde los inicio desde este enfoque hasta
la actualidad, lo mismo puede ser dicho de del enfoque Guestáltico, la P.N.L.
(Programación Neuro Lingüística), Hipnosis Ericksoniana, y algunos enfoques
Sistémicos. Cabe también resaltar los trabajos de orientación psicosomática
desde distintas especialidades de la medicina: interna, ginecología,
cardiología, pediatría, reumatología, dermatología, oncología, sexología, etc.
Por lo tanto,
tenemos que diferentes enfoques teóricos y prácticos desde distintas miradas
han reconocido la existencia de la enfermedad psicosomática en una persona. Si
esto es posible en un adulto, ¿por qué no en un niño?.
Casi la mayoría
de los postulados, proponen que existe una base de represión en el proceso de
la enfermedad psicosomática, es decir, la persona reprime en su inconsciente
todo el material que le produce dolor psíquicamente entendido, y por ello el
cuerpo físico se resiente y por consecuencia se enferma, sin que los médicos
comprendan la causa de la enfermedad y con la característica de ser resistente
a los procedimientos médicos tradicionales desde el punto de vista fisiológico.
En el caso de
los niños se observaría un proceso similar, el niño al tener un desarrollo
cognitivo inferior no podría expresar concientemente sus dolencias
psicológicas, ante lo cual su organismos reaccionaría enfermándose como una
forma de poner atención. Por ello es importante estar alertas a las
enfermedades repetitivas en los niños, al igual que aquellas que se vuelven
resistentes a la medicina tradicional.
Desde la perspectiva
psiquiátrica, se entiende por "psicosomáticos" a una serie de
trastornos de la salud, que guardan ciertas características en común. Aunque
existen matices en la definición de qué es lo que aunaría a estos trastornos lo
central es que se encuentra como unidad patológica a la vez una expresión
fisiológica y una expresión psicológica manifiestamente coordinadas
En el D.S.M.-II
el Término "trastorno psicofisiológico autonómico y visceral"
reemplazó al más frecuentemente usado de "trastorno psicosomático"
perteneciente a la primera edición (1952) de este manual de la American
Psychiatric Association.
La siguiente es
la definición presente en el D.S.M.-II (1968), la que pensamos que alude con
mayor certeza lo medular de este tipo de trastornos:
Este grupo de
trastornos se caracteriza por síntomas físicos que son provocados por factores
emocionales e implican a un sólo sistema de órganos. Los cambios fisiológicos
son los mismos que acostumbran acompañar a ciertos estados emocionales, pero en
estos trastornos los cambios son más intensos y sostenidos. El individuo no
puede mantener el control consciente de este estado emocional
En el
D.S.M-III-R el término que se utiliza para aludir a los trastornos
psicosomáticos es el de "Trastornos Somatoformes", que, pretende
agrupar a todos aquellos trastornos en que existan alteraciones orgánicas que
no respondan a mecanismos fisiológicos conocidos y que estén presumiblemente
relacionados con un trastorno a nivel psico-afectivo.
La siguiente es
la definición de "Trastorno Somatoforme" presente en el D.S.M-III-R
(1992):
La
sintomatología esencial de este grupo de trastornos consiste en síntomas
físicos que sugieren una alteración somática para los que no existen hallazgos
orgánicos demostrables o mecanismos fisiológicos conocidos y en los que hay
pruebas positivas o presunciones firmes de que los síntomas se encuentran
ligados a factores o conflictos psicológicos.
A diferencia de
los trastornos facticios y de la simulación, en los trastornos somatoformes la
producción de síntomas no se encuentra bajo control voluntario; es decir, el
individuo no tiene la sensación de controlar la producción de los síntomas.
Aunque los síntomas de los trastornos somatoformes son "físicos" los
procesos fisiopatológicos específicos involucrados no son demostrables o
comprensibles a través de los procedimientos de laboratorio y se conceptualizan
más claramente utilizando construcciones psicológicas. Por esta razón, estas
alteraciones se clasifican como trastornos mentales.
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