Algunas
de las estrategias pedagógicas que se pueden realizar para trabajar sobre la
ansiedad de separación son permitir a los padres entrar al colegio y permanecer
por pequeños periodos de tiempo con él, hasta que tome confianza con los
compañeros y profesores.
Por otro
lado, y ante la presencia de síntomas gastrointestinales u otros, es
imprescindible consultar con su pediatra, quien descartará la presencia de
cualquier enfermedad orgánica. Los padres deberán reconocer que han mantenido
al niño demasiado atado a ellos, y regresarlo cuanto antes al colegio, pues
cada día que transcurre en casa hará más difícil su adaptación.

En
algunos casos extremos será necesario modificar el horario de llegada a la escuela,
cambiar de maestra o de colegio.
Si su
niño solicita irse a casa con el pretexto de sufrir dolor abdominal u otros
síntomas, deberá ser atendido por la enfermera escolar, quien determinará si
sus molestias son reales o ficticias, en cuyo caso deberá regresarlo a clases a
la brevedad.
En caso
de que el niño llame telefónicamente desde el colegio, el padre se debe
resistir a sus súplicas y no ir a buscarlo. Esto puede resultar
contraproducente.
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