lunes, 3 de febrero de 2014

Trastorno obsesivo – compulsivo


El trastorno Obsesivo Compulsivo es un trastorno de la ansiedad en el cual quienes lo padecen tienen un pensamiento, preocupación o temor cuya característica es ser irracional, y que tratan de superar mediante una actividad ritualizada para educir los montos de ansiedad.
 

Los pensamientos o imágenes perturbadoras son frecuentes y se denominan obsesiones, mientras que los rituales de conducta que llevan a cabo para evitarlos o disiparlos se llaman compulsiones.

 
Obsesiones

 Como se dijo, las obsesiones son pensamientos, impulsos, imágenes, temores o preocupaciones irracionales que se repiten con frecuencia y generan gran ansiedad o malestar significativo, pero no se pueden controlar a través del razonamiento.

 
La obsesión posee la cualidad de ser intrusa e inapropiada, lo cual se denomina “egodistónica”, lo cual hace referencia a que la sensación que tiene el sujeto de la obsesión es ajeno, fuera de su control, y no encaja con el tipo de pensamientos que él esperaría tener, asimismo, la persona es capaz de reconocer que estas obsesiones son producto de su mente y no vienen desde fuera, lo que se llama inserción del pensamiento.

 
Entre las obsesiones más comunes tenemos:

 
-          Preocupación exagerada por la suciedad o los gérmenes

-          Miedo exagerado a contraer enfermedades al tocar a otra persona u objeto

-          Dudas constantes de si hicieron algo en concreto, por ejemplo, la persona puede dudar repetidamente de si apagó la cocina

-          Necesidad de colocar los objetos en un orden muy especial

-          Pensamientos sobre la violencia o la posibilidad de lastimar a alguien

-          Largos periodos dedicados a manipular o contar objetos

-          Preocupación por el orden o la simetría excesiva

-          Pensamientos constantes de realizar actos sexuales repugnantes

-          Pensamientos constantes que están en contra de las propias convicciones religiosas

 Si bien las personas que padecen el trastorno tienen clara conciencia de que sus pensamientos no son razonables y están desligados de los problemas de la vida real, esta conciencia no basta para disiparlos.

 En su intento por librarse de tales pensamientos obsesivos, quienes sufren del trastorno adoptan un comportamiento compulsivo.

 Compulsiones

 Las compulsiones son conductas repetitivas y ritualizadas, o bien actos mentales, que se llevan a cabo para reducir la ansiedad provocada por las obsesiones. Algunos ejemplos de compulsiones son las siguientes:


-          Lavarse las manos repetidamente y de una forma especial, llegando incluso a ser más de cien veces al día

-          Rezar compulsivamente o repetir palabras en silencio

-          Verificar una y otra vez que las puertas estén cerradas o la cocina apagada

-          Establecer reglas de orden rígidas, por ejemplo ponerse la ropa por las mañanas en el mismo orden, ordenan alfabéticamente los productos de la despensa y alterarse si el orden se altera

 Las conductas obsesivas compulsivas pueden ser exageradas, perturbadoras y consumen mucho tiempo diario, interfiriendo con las actividades cotidianas y las relaciones interpersonales.

 El Trastorno Obsesivo Compulsivo comienza a menudo en la adolescencia o la juventud, pero también puede presentarse en la infancia. Es una enfermedad que afecta a hombres y mujeres por igual, y aparentemente tiene un origen familiar. La edad promedio de aparición del trastorno es entre 6 y 15 años para varones y entre los 20 y 29 años para las mujeres. La mayor parte de las veces tiene un inicio gradual, pero crónico con altas y bajas, exacerbándose los síntomas en periodos particularmente estresantes para la persona.

 Por etapa del desarrollo, los adultos suelen reconocer en algún momento de su enfermedad el carácter irracional del mismo, lo cual no se exige en el caso de los niños, que por su desarrollo no disponen aún de la suficiente capacidad cognitiva para llegar a conclusiones de este tipo.

 Las obsesiones y compulsiones suelen reemplazar actividades productivas y gratificantes y desestructurar enormemente la actividad global del individuo. Dado el potencial perturbador de las obsesiones, suelen ocasionar una disminución del rendimiento personal en las actividades o tareas cognitivas que necesitan concentración, tales como la lectura. 


Es frecuente que este trastorno vaya acompañado de otros tipos de ansiedad, depresión, trastornos alimenticios o abuso de alcohol y drogas, que se busca como una manera de alivio de las obsesiones, aunque sin éxito.

 Sólo se diagnostica el Trastorno Obsesivo Compulsivo si las obsesiones y actividades compulsivas:


-          Consumen por lo menos una hora diaria

-          Son muy angustiantes

-          Interfieren con la vida cotidiana

 

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