Los
factores del desarrollo pueden acelerar,
retardar o inhibir el desarrollo, pero no modifican la secuencia genética.
Esta se presenta en una secuencia invariante, definida y predictible. De esta manera,
los cambios se ordenan en un lugar definido dentro del continuo temporal de la
vida, lo que nos permite tener un marco de referencia respecto de las conductas
esperadas para cada edad y etapa de desarrollo. En este sentido, los cambios
que se van manifestando en el niño, no nos desconciertan, por el contrario, los
esperamos. Es por esto que es posible predecir los cambios que se van a
presentar.
Esto último, nos permite tener un marco de
referencia y poder comparar entre niños de una misma edad o a un niño con su
grupo etário, lo que cobra utilidad al momento de poder detectar eventuales
problemas e intervenir en forma oportuna. Así por ejemplo, esperamos con
impaciencia que un niño comience a hablar o a caminar, porque estamos seguros
de que lo va a hacer en un momento más o menos definido de su desarrollo, por
lo que si observamos un retraso en la emergencia de estos logros, de inmediato
nos preocupamos.
Es en
este sentido, que los conocimientos que nos brinda la psicología del
desarrollo, son de fundamental importancia en el ámbito educativo, dado que
permiten orientar este proceso de acuerdo a las características psicológicas
del educando.
En el
curso de la vida, se observan muchos cambios tanto en los adultos, como en los
niños. Esto, ya sea en sus conductas, opiniones, creencias, en sus modos de
sentir y reaccionar. Lo importante, es considerar que no todos los cambios son propios del desarrollo. Algunos
corresponden o se relacionan con circunstancias concretas de la vida personal,
o con procesos patológicos. Es por esto que es necesario establecer claramente
una distinción entre cambios individuales y transformaciones evolutivas.
Las
transformaciones propias del desarrollo se caracterizan por:
o
Ser constructivas y progresivas,
representando cada una de ellas un enriquecimiento de los recursos adaptativos
que dispone el individuo.
o
Su
carácter universal en cuanto a que son comunes para todos los individuos de la
especie. Esto, aunque sus contendidos y forma de manifestarse puedan diferir de
una cultura a otra, en los distintos países, grupos e individuos.
o
Ser irreversibles, en cuanto constituyen
un paso en la formación de la personalidad. En este, sentido las regresiones
son indicativas de algún grado de patología, o bien pueden ser producto de
alguna lesión a nivel orgánico.
o
Ser cambios cualitativos lo que implican
una reorganización del sistema del comportamiento, que integra el aparecimiento
de nuevas funciones y capacidades en una totalidad con sentido.
o
Presentarse en un tiempo biológico
individual de maduración (tiempo de desarrollo).Por lo que si bien hay
conductas esperadas para cada etapa de desarrollo, pueden haber variaciones
entre un niño y otro, lo que puede deberse a factores heredados o ambientales
(estimulación, medio físico, medio social, etc). Esto es lo que hace
comprensible las variaciones individuales.
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