Ahora bien, más allá del contexto terapéutico, el
trauma psíquico se manifiesta en la vida de las personas y los equipos
multidisciplinarios que traban en interacción directa con población vulnerable,
suelen encontrarse con las vivencias doloras de las personas con las que le
toque interactuar. Por ello vemos que los equipos de profesionales, que se
acercan el dolor humano o al sufrimiento, deben tener presente estos elementos,
para aumentar su comprensión del otro y mejorar su capacidad de intervención
estratégica.
Por ello es conveniente dejar en claro a todo
profesional, que si revisamos la bibliográfica relacionada a trauma psíquico,
la psicología tradicional tiene un enfoque centrado en los efectos de trauma, así
mismo en las patologías asociadas, por ello también es importante recalcar tener
un enfoque que incluya un enfoque basado en la psicología positiva, basado en
fomentar la resiliencia y el crecimiento postraumático y el valor del vínculo
en el desarrollo de las personas.
La psicología positiva basa su enfoque en la búsqueda
de comprender los procesos y mecanismos que subyacen a las fortaleces y
virtudes del ser humano (Vera, 2006) y evitar que la cultura de la victimología
se arraigue en las intervenciones psicosociales (Seligman y Csikszentmihalyi,
2000) y que lleva asociado lo siguiente:
·
Que el trauma siempre conlleva grave daño
·
Que el daño siempre refleja la presencia de trauma
(Gillham y Seligman,
1999).
Frente a lo anterior, varios autores, recalcan la
importancia de la diversidad de respuestas frente a los problemas, recordando
que cada persona es un mundo en sí mismo y que se ha tendido a homogeneizar la
respuesta emocional frente al trauma. Esto porque hay personas con más o menos
recursos, lo que implica personas con mayor o menor capacidad de enfrentar el
dolor. Esto ha sido la interrogante al tratar de saber que es la resiliencia y
como llega a operar en algunas personas y que por ende debiera ser promovido o
al menos no interferido.
Es un enfoque que enfatiza los recursos, promueve
una mirada constructiva, más que una mirada al daño. Es una alarma a la conciencia
de cada uno. Esto esta descrito en lo que se denomina crecimiento postraumático
o aprendizaje a través del proceso de lucha, que dentro del enfoque de
promoción de resiliencia y del psicología positiva, viene a ser el
aprovechamiento de la experiencia traumática para una promoción de habilidad o
desarrollo de recursos para enfrentar dichos eventos, encontrando que la
esperanza, las creencias religiosas, la extroversión y el optimismo son parte
de la personalidad de personas que se sobreponen al trauma (Calhoun y Tedeschi,
200).
El
crecimiento postraumático hace referencia al cambio positivo que un individuo
experimenta como resultado de la lucha que emprende a partir de la vivencia de
un suceso traumático…que se presenta en tres categorías: cambios en uno mismo,
cambio en las relaciones interpersonales, cambios en la espiritualidad y
filosofía de vida
(Fredickson y Tugade, 2003)
Nuestro rol como profesionales es cada vez tener más claro cómo podemos fomentar
la resiliencia y el crecimiento postraumático, siendo un aporte indirecto cuando
sea ocasión de interactuar o intervenir de manera breve o estratégica con
personas en condiciones traumatizadas. De este modo podremos potenciar aspectos
positivos de crecimiento y evitar intervenir negativamente.
De hecho, el vínculo seguirá siendo la estrategia principal para
potenciar o perjudicar al ser humano, por ello es valioso promover también,
relaciones humanas positivas y constructivas por sobre otras. Por ello una
buena relación de pareja o buenas amistades pueden ayudar mucho, por ser un vínculo
duradero en la vida de las personas que posibilita salir adelante frente a la adversidad y desarrollar una vida psíquica
adecuada.
“El
concepto de resiliencia ha acabado con la dictadura del concepto de
vulnerabilidad”
(Stanislaw Tomkiewicz, 2011)
Por ello también es relevante el cuidado de los equipos que están
contacto permanente con historias de dolor que han generado trauma psíquico en
otro, ya que está comprobado que se genera trauma vicario o secundario y que
los equipos deben desarrollar estrategias para minimizar sus efectos y evitar
la pérdida de nuestras capacidades humano profesionales como la empatía, concepto de ser humano,
esperanza, etc. que nos permiten operar, al interactuar con el trauma, sin
llegar a perderlos.
A recordar
·
debemos combinar una mirada tradicional del dolor
por una en donde se promueva un crecimiento a partir del dolor
·
estamos llamados a comprender mejor como las
personas pueden resignificar el proceso de trauma
·
buscar conocer a cabalidad los profundo efectos del
trauma psicológico, pero también conocer los beneficios de trabajar y promover
el cambio postrauma
·
no olvidar que la significación del dolor es individual,
y que daca uno puede ser llamado a la toma de consciencia
·
desarrollar un discurso de intervención con un
enfoque en psicología positiva
·
evitar intervenir inadecuada o innecesariamente
·
que el trauma y sus efecto son históricos a
temporales
·
que la naturaleza del trauma psicológico es variada,
pero que está presente en el vínculo que establecen los padres o cuidadores por
medio del apego
·
que el vínculo es lo que puede sanar a las personas
·
que el vínculo a desarrollar debe ser sano, honesto
y profesional
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