La
obesidad puede clasificarse en función de cuatro factores:
1. Los rasgos morfológicos del tejido adiposo
2. La distribución anatómica del tejido adiposo
3. La etiología
4. La edad de comienzo
De
acuerdo a los rasgos morfológicos del tejido adiposo, se distingue entre
obesidad hipertrófica, que se debe a un aumento del contenido lipídico de las
células adiposas, y la obesidad hiperplástica, que se caracteriza por un
aumento del número de células adiposas. El segundo tipo es el más frecuente en la
población infantil.
La
distribución del tejido adiposo en el cuerpo conlleva a la distinción de otros
dos tipos de obesidad, la obesidad androide, característica de los varones, con
una mayor cantidad de grasa en la mitad superior del cuerpo, y la obesidad
ginoide, típicamente femenina, donde la grasa se acumula fundamentalmente en la
parte inferior.
Los
tipos de obesidad de acuerdo a su etiología pueden organizarse en cinco grandes
apartados:
• Obesidad como trastorno secundario a
enfermedades endocrinas o lesiones hipotalámicas
• Obesidad asociada a síndromes genéticos
• Obesidad con posible origen genético
(obesidad familiar)
• Obesidad de origen metabólico
Por
último la obesidad puede clasificarse en función del nivel de sobrepeso, así
sería leve, moderada o severa, en función del peso excedido.
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