domingo, 6 de abril de 2014

Consejos para problemas de conducta en niños y adolescentes


Los trastornos de conducta tienen una presencia importante en los establecimientos educacionales y son causa de alteraciones a nivel de la sala de clases, perturbando la dinámica de enseñanza aprendizaje, generar problemas entre los compañeros, para la disciplina, para la labor en si misma del profesor y para el mismo alumno que puede ver deteriorado su rendimiento y adecuación al entorno social.

 

Como ya hemos dicho es importante determinar las causas de este comportamiento que puede ser perturbador, ver en qué situaciones o contextos se puede presentar, ya que no es lo mismo si esta situación se presenta sólo en la sala de clases, que si estuviese presente en una o más contextos, por ejemplo, casa, entre amigos y en la sala de clases. Esto determina la forma en que actuaremos.

 

Generalmente los menores con problemas de conducta reciben de parte del colegio la ayuda que ellos estén preparados para brindar, es decir, el menor recibe la ayuda dependiendo de los canales o redes que el establecimiento tenga para él. En la mayoría de los casos no se atiende a las reales necesidades del alumno y lo que se hace es una seguidilla de plazos o anotaciones que pueden resultar en una suspensión o expulsión, cuando se han agotado las instancias escolares, por lo tanto se aplica el reglamento y el menor queda fuera del sistema escolar.

 

El profesor a cargo frente a los problemas conductuales deberá adoptar la estrategia de acercarse al problema de manera comprensiva y determinar los factores o variables que incidan en el mismo. De ese modo podrá planificar su proceder.

 

Los niños con problemas de conducta generan una situación de indisciplina dentro de la sala de clases, ese es el primer objetivo a enfrentar. No permita que las conductas del menor sean, celebradas por los demás compañeros, es decir, que reciban una aprobación social, de esa manera la conducta que en un principio era reforzada por las respuestas de sus compañeros ya no lo serán más. De igual manera usted deberá analizar su conducta para saber en qué medida su aprobación o rechazo del alumno, es decir su relación con ese alumno, mantiene o fomenta esa conducta. Por ejemplo puede usted fomentar que un alumno se porte mal, al retarlo constantemente. Se ha visto que los profesores generalmente frente a un alumno con mal comportamiento es etiquetado y se le asocia una imagen y es constantemente reprendido por sus profesores, lo que es un primer error, dado que la conducta por lo general tiene a incrementarse.

 

Hay que entender la dinámica de la situación. En primer lugar entender que quizás la conducta del menor sea una forma de llamar la atención o de pedir ayuda de manera indirecta. Piense usted como se sentiría si frente a una necesidad suya la gente reaccionara con rabia o lo retaran, nada agradable verdad.

 

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