domingo, 20 de abril de 2014

Anorexia


“Parecía un esqueleto andante, con sus piernas asomándoles como escobas, las costillas sobresaliéndole y sus omóplatos como pequeñas alas. Su madre expresó: ‘al abrazarla no siento más que huesos, como un pajarillo asustado’. Los brazos y piernas de Ana estaban cubiertos de un vello suave, su aspecto era algo amarillento y su cabello reseco le colgaba como hebra. Lo más impresionante era su rostro: ojos y mejillas hundidas como los de una anciana con una enfermedad que la consume… Ana insistía en que se sentía bien y que nada tenía de malo en verse tan delgada”

 

En nuestra sociedad actual la preocupación por el cuerpo y por la esbeltez ocupan un lugar clave. En esta cultura que da especial valor al culto por el cuerpo, los trastornos de la alimentación parecen haber tenido un campo abonado. Dentro e estos trastornos los que comparten el miedo intenso a aumentar de peso se han convertido n las alteraciones psicopatológicas que más están afectando a la población femenina adolescente en los últimos años. Tanto la anorexia como la bulimia están relacionadas y en apariencia pueden confundirse, ya que un mismo individuo puede manifestar ambas características u oscilar entre ambos trastornos. Sin embargo se deben diferenciar en su diagnóstico.

 

La anorexia es un trastorno que puede tener consecuencias fatales y se distingue por negarse a comer, a menudo sin causa justificada, lo cual da lugar a una excesiva pérdida de peso y diferentes síntomas físicos, causados por la inanición. Así podemos decir que existe una negativa a comer o un miedo intenso a aumentar de peso, acompañado de un pensamiento obsesivo acerca de la comida, las calorías, el cuerpo y todo lo que tenga relación con ello. Se añade una insatisfacción corporal que les lleva a una distorsión perceptiva de algunas partes de su cuerpo (especialmente muslos, caderas y barriga).

 

No es raro que las personas que tienen anorexia busquen recetas y preparen banquetes deliciosos para los familiares y amigos, pero no tomen ellos mismos la comida. También suelen realizar rutinas de actividad física estrictas para no ganar peso así como una serie de actos compulsivos, tales como almacenamiento de comida en sitios ocultos, colección de recetas de cocina, etc.

 

No se conoce la causa de la anorexia nerviosa. Esta normalmente comienza como un comportamiento de dieta inocente, pero gradualmente progresa a una pérdida de peso extrema y dañina. Las actitudes sociales hacia la apariencia del cuerpo, las influencias familiares, la genética, los factores neuroquímicos y del desarrollo se consideran posibles contribuyentes a la causa de la anorexia.

 

Las personas que desarrollan anorexia tienen más probabilidades de proceder de familias que tienen antecedentes de problemas de peso, enfermedad física y otros problemas de salud mental, como depresión o drogadicción. Además, a menudo los adolescentes que tienen la enfermedad proceden de familias que encuentran difícil resolver problemas de forma apropiada, son demasiado estrictas, excesivamente críticas, entrometidas y protectoras.

 

Las personas que tienen anorexia pueden ser también dependientes, inmaduras en su desarrollo emocional y es probable que se aíslen con frecuencia de los demás. Otros problemas de salud mental, como los trastornos de ansiedad o trastornos afectivos, se encuentran comúnmente. Las personas que tienen anorexia suelen someterse a los deseos de los demás y no han aprendido a hacer frente a los problemas típicos de la adolescencia, del crecimiento y de lograr cierta independencia.

 

Se cree que restringen la comida (en particular los hidratos de carbono) para obtener una sensación de control en una o más áreas de sus vidas. Para ellos, el control de su peso aparentemente les ofrece dos ventajas; ejercer control sobre su propio cuerpo y obtener la aprobación de los demás.

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