martes, 18 de febrero de 2014

Trastorno Oposicionista Desafiante

Los niños al cumplir los dos, tres años suelen mostrar un comportamiento caracterizado por su terquedad, oposición a los padres y maestros, que suele ser más evidente en la adolescencia.

Este comportamiento en sí mismo no presenta ningún tipo de anormalidad o anomalía alguna. Sin embargo, cuando estos síntomas se hacen más frecuentes, repetitivos y se convierten en un comportamiento agresivo hacia los demás, influyendo en su vida escolar, social y académica, entonces hay que comenzar a pensar que allí puede haber un posible trastorno de la conducta.

El trastorno oposicionista y desafiante, también conocido como trastorno de la conducta negativista y desafiante se caracteriza, por lo tanto, por un enfrentamiento continuo con los adultos y con todas aquellas personas que tengan algún rasgo de autoridad, en especial dentro de la familia y de la escuela.

 Suele aparecer en el niño, en torno a los dos o tres años, como una manifestación de oposición y desafío, aunque será a partir de los siete años cuando se manifieste como tal el trastorno, afectando entre un cinco y un quince por ciento de la población escolar.

 Hasta hace muy poco tiempo era comúnmente aceptado por todos los especialistas que el trastorno desafiante y oposicionista precedía y terminaba convirtiéndose en un trastorno de conducta. Así el CIE-10 consideraba al trastorno oposicionista como un subtipo dentro del trastorno disocial o de conducta. Sin embargo, existen evidencias que indican, que ambos trastornos son independientes entre sí; así, por ejemplo, vemos que en el trastorno oposicionista predomina una actitud provocadora y hostil sobre las conductas destructivas o sobre la violación de los derechos fundamentales de los demás.

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