miércoles, 19 de febrero de 2014

¿Cómo se manifiesta el trastorno oposicionista y desafiante?


Las principales características de este trastorno vienen determinadas por una serie de situaciones caracterizadas por una falta evidente de cooperación, desafío y comportamiento hostil hacia todo aquello que indique autoridad. Las formas más frecuentes de manifestarse, según se recoge en las clasificaciones actualmente operativas: CIE-10, DSM-III-R y DSM-IV, son las siguientes:

Se enfadan con relativa frecuencia, se encoleriza. Es muy habitual en ellos las rabietas de todo tipo; pierden con facilidad la paciencia.

Discuten continuamente con los adultos.

Desafían las reglas de los adultos, por ejemplo, negarse a realizar las tareas.

Son provocadores

Son niños que intentan en todo momento molestar y fastidiar de una manera deliberada a las personas que les rodean.

Culpan y reprochan a los demás de sus propios errores.

Suelen estar coléricos y resentidos con todo lo que les rodea. Se molestan con facilidad y son quisquillosos e irritables

 Utilizan un lenguaje obsceno

 Es rencoroso y reivindicativo. Cuando se enfadan utilizan palabras hirientes, con la intención de hacer daño

Suelen tener problemas académicos

Son mentirosos e incumplidores.

En ocasiones, los niños pueden presentar unos síntomas parecidos a los que caracterizan este trastorno, pero que son pasajeros y propios de la edad. Los padres y profesores tendrán que estar atentos a estas diferencias, ya que para que se pueda hablar de trastorno estos síntomas se deben presentar con una gran frecuencia, además de interferir en el aprendizaje, la adaptación en la escuela y, algunas veces, con las relaciones personales del adolescente.

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