miércoles, 12 de julio de 2017

Trastornos Conductuales en la niñez y adolescencia e intervenciones psicoterapéuticas N°3

Hasta hace un tiempo las intervenciones terapéuticas de niños y adolescentes con este tipo de patología se podían dividir entre las farmacológicas y las psicosociales, o bien una combinación a ambas, siempre desde un punto de vista individual.
Entre los medicamentos más usados para este tipo de trastorno se encuentra el Litio (De la Peña, F. 2003), aunque existirían opiniones diversas sobre su efectividad. Del mismo modo algunos antidepresivos, por ejemplo la Fluoxetina, tendrían efecto sobre la conducta agresiva (Almeida, LG; De la Peña, F. 1999 en De la Peña, F. 2003).
Por otro lado, las intervenciones psicosociales se centran en terapias individuales, principalmente las cognitivo conductuales, donde se abordan los estilos de percepción, las atribuciones cognitivas y la resolución de problemas (De la Peña, F. 2003), muchas de ellas buscan que el niño o adolescente logra control sobre su comportamiento agresivo mediante un mayor uso del análisis y reflexión además de fomentar la empatía.
Otras intervenciones apuntan a la psicoeducación del niño, adolescente y su familia, donde pueden aprender a colocar límites, responsabilidad, manejo de estrés y resolución de conflictos.
De acuerdo a De la Peña (2003) estas intervenciones obtienen mejor resultado cuando el ambiente familiar es altamente estructurado, con  menos niveles de patologías en los padres, por ello existe un bajo nivel de mantención de los cambios en el largo plazo, aunque resultarían efectivos en el corto periodo de tiempo.
Como respuesta a estas dificultades se diseñó una herramienta terapéutica multimodal con presencia 24 horas al día, los 7 días de la semana, donde se aborda el trastorno desde la mirada farmacológica, psicoeducativa y psicosocial. Esta terapia se denomiina Terapia Multisistémica MST por sus siglas en inglés y aborda integralmente a los niños y adolescentes con Trastornos conductuales que estén asociados a riesgo sociodelictual (por variables familiares, sociales, escolares, personales, etc), abordando a niños desde los 10 años en adelante.
Esta terapia se realiza en los diferentes espacios de socialización del niño o adolescente, concentrándose en las condiciones de riesgo delictual (www.seguridadpublica.gov.cl/programa24horas/).
Dentro de los principios de la MST se encuentran la comprensión integral de cómo interactúan los problemas identificados y el contexto sistémico, involucrando un esfuerzo conjunto de la familia, promoviendo el cambio a largo plazo (De la Peña, F. 2003).

La estrategia que rige este programa sigue el establecimiento de 9 principios que busquen identificar concretamente las dificultades conductuales, las fortalezas del sistema y sus debilidades, el establecimiento de reglas prácticas a nivel familiar e individual, generalización de los logros de la familia, entre otros, con una disponibilidad permanente del terapeuta y del equipo que tiene detrás, con sesiones de al menos 2 veces a la semana. Por lo tanto una intervención de este tipo requiere del compromiso permanente de todos los agentes involucrados con una mirada sobre los diferentes focos que mantienen y perpetúan un trastorno como el descrito al que se suman características antisociales (De la Peña, F. 2003). De este modo se busca reducir al máximo la probabilidad de que un niño o adolescente llegue a la edad adulta y desarrolle una carrera delictual.

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