jueves, 20 de febrero de 2014

Síntomas del trastorno disocial


Los síntomas del trastorno disocial van unidos a un tipo de comportamiento repetitivo y persistente en el que se violan los derechos básicos de las personas, así como normas sociales propias de la edad. Según los criterios establecidos por el DSM-IV la edad en la que suele aparecer es a partir de los 15 años.

Estos síntomas pueden aparecer también en niños que no padecen este tipo de trastorno de conducta, siendo más frecuente su aparición en aquellos que padecen Trastorno por Déficit de Atención o un trastorno Oposicionista Desafiante mal manejado.

Asimismo, suele manifestarse junto con otros trastornos de la salud mental como, por ejemplo, trastornos del estado de ánimo, de ansiedad, de estrés postraumático, abuso de drogas, trastornos del aprendizaje, etc. Como se ve síntomas más propios de un trastorno de conducta negativista y desafiante, considerado por algunos autores como fase previa al trastorno disocial.

Los padres habrán de estar muy atentos a estos síntomas y recurrir al médico cuando considere que su hijo presenta un cuadro parecido. Los síntomas más frecuentes, según el DSM-IV, van acompañados de los siguientes comportamientos:

Comportamiento agresivo: tanto hacia las personas como hacia los animales, sin que exista una afectación emocional, al menos en apariencia. Suele ir unida a una amenaza o a un daño físico a otras personas, reflejada en una conducta intimidatoria; enfrentamientos físicos; acciones violentas hacia los demás; utilización de armas (palos, piedras, cuchillos, botellas rotas, pistolas); suele ser cruel con las personas y los animales; roba a sus víctimas; fuerza a otras personas a mantener una relación sexual con él; se manifiesta de una manera cruel con los animales.

Comportamiento destructor, caracterizado por un vandalismo y un espíritu destructor de la propiedad privada, generalmente de los otros, que puede llegar, incluso, al incendio intencionado de esa propiedad. El fin no es otro que el de causar el mayor daño posible.

Falsedad y engaño, se caracteriza porque fuerza la entrada en el edificio, casa o automóvil de otras personas; utiliza la mentira para obtener aquello que de otra forma no alcanzaría o para evitar la ejecución de sus obligaciones; es un mentiroso incumplidor. Su objetivo único y prioritario va encaminado a conseguir sus propósitos.

Violación de reglas, en este apartado nos referimos a aquellas reglas que son propias de los niños y adolescentes, como las relacionadas con la no asistencia a clase; realizar bromas pesadas; travesuras de todo tipo; pasar la noche fuera de casa, pese a la negativa de los padres; etc.

Los primeros síntomas, sin embargo, suelen ser más simples y a veces nos pueden confundir con la evolución propia de la edad. Estos síntomas o "señales de alerta" son: una ira intensa; ataques de furia o pataletas; una irritabilidad e impulsividad extremas; y frustrarse con facilidad.

A consecuencia de todo ello el niño que padece un trastorno disocial sufre un fuerte deterioro en su vida social, académica o laboral, si fuese el caso.

Por último, conviene señalar que los trastornos de conducta presentan, en cuanto al sexo, una serie de diferencias; así, por ejemplo, en los chicos se observa conductas agresivas y violentas, mientras que en las chicas son más frecuentes los incumplimientos normativos.

 

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