lunes, 25 de junio de 2012

La necesaria disciplina


1.      Las normas deben ser comunicadas de una manera muy clara y precisa. Deben ser consistentes y consensuadas entre los padres. Los niños necesitan saber que si hacen algo, sus padres van a responder de tal forma de manera sistemática. Así el niño sabe cómo moverse en el mundo, ordenar su conducta y saber a qué atenerse.
2.      Nunca es bueno castigar o amenazar con quitar el afecto. Para el niño esto es demasiado fuerte y dañino.
3.      Los niños aprenden cuando los elogian, más que cuando los castigan.
4.      Con el tiempo el niño aprende a autocontrolarse y ponerse algunas reglas ellos mismos.



Evitar el maltrato


1.      Empujones, tirones de pelo y oreja, palmadas, golpes, indiferencia, desprecio, insulto, amenaza de abandono y otras formas de maltrato, afectan el sano desarrollo de nuestro hijo o hija.
2.      Amenazar a los hijos con “no quererlo” si no hacen lo que esperamos de ellos, también es una forma de dañar su confianza.
3.      Es importante saber que los niños realizan fácilmente los aprendizajes que desean cuando se les refuerza con gestos o frases cariñosas.

Aprender a resolver nuestros conflictos de manera no violenta


1.      Valorar el diálogo como instrumento de resolución del conflicto.
2.      Generar confianza. Confiar en el otro y en los compromisos que se adquieran es vital para una buena relación.
3.      Lograr un acuerdo concreto y visible con un compromiso de cumplimiento de ambas partes para resolver peleas cotidianas.

Prácticas de buen trato


1.     Comunicarnos en forma sana con quienes convivimos diariamente
2.  Comunicación efectiva se logra cuando lo que uno quiere transmitirle a otro es comprendido por nuestro interlocutor.
3.    Escuchar activamente y con empatía. Los niños no saben expresarnos qué están sintiendo, por eso es importante que cuando un niño llora, acercarse y preguntarle qué pasa tratando de aliviar su pena. Cuando actuamos en forma empática estamos validando los sentimientos del otro, y le hacemos sentir que es una persona importante.
4.      Cuando el niño no es escuchado ni tomado en cuenta, acumula rabia y pena.
5.      No se debe castigar al niño por lo que siente, sino enseñarle a que lo exprese sin hacer daño.
6.      Los niños imitan la forma en que los adultos expresan y manejan sus sentimientos.