domingo, 23 de enero de 2011

Etapas del ciclo vital

La Psicología divide la vida en etapas, sólo con un afán descriptivo ya que el desarrollo es un proceso continuo, ya que nadie se duerme siendo niño y se despierta como adolescente, sino que es un cambio gradual. Por lo tanto las etapas es la forma de presentar de manera agrupada y didáctica un conjunto de características asociadas a un tramo de edad. Las etapas son las siguientes:

1. Etapa prenatal (de la concepción al parto):
Formación de órganos y estructura corporal básica
Crecimiento físico acelerado
Vulnerabilidad a las influencias ambientales

2. Etapa de los primeros pasos (0 a 3 años):
El recién nacido es dependiente pero competente.
Los sentidos funcionan desde el nacimiento.
El crecimiento físico y el desarrollo de habilidades motoras son muy rápidos.
Se forman los lazos con los padres y con los demás.
La autoconciencia se desarrolla durante el 2º año.
El habla y la comprensión se desarrollan con rapidez.
Se incrementa el interés en otros niños.

3. Primera infancia (3 a 6 años):
Comienza a relacionarse con otros niños
Mejora la fuerza y las habilidades motrices fina y gruesa
Incremento del autocontrol, cuidado propio e independencia
Mayor creatividad e inventiva en los juegos y la imaginación
Inmadurez cognoscitiva que conduce a ideas "ilógicas" acerca del mundo
Comportamiento egocéntrico (centrado en sí mismo)

4. Infancia intermedia (6 a 12 años):
Los compañeros cobran gran importancia
Comienza a pensar lógicamente, aunque el pensamiento es concreto
Disminuye el egocentrismo
Incremento de memoria y lenguaje
Mejora la habilidad cognoscitiva
Desarrollo de autoconcepto y autoestima
Disminuye la rapidez del crecimiento físico
Mejora la fuerza y la capacidad atlética

5. Adolescencia (12 a 20 años):
Cambios físicos rápidos y profundos
Se inicia la madurez reproductora
Difícil búsqueda y consolidación de la identidad
El grupo de iguales ayuda a desarrollar y probar el autocontrol
Desarrollo del pensamiento abstracto y empleo del razonamiento científico
El egocentrismo se presenta en algunos comportamientos
En términos generales, las relaciones con los padres son buenas

6. Edad adulta temprana (20 a 40 años):
Se toman decisiones acerca de las relaciones íntimas
Muchas personas se casan y tienen hijos
La salud física llega al tope, luego decae ligeramente
Elección de carrera
Continúa desarrollándose el sentido de la identidad
Capacidad intelectual más compleja

7. Edad adulta intermedia (40 a 65 años):
Nueva búsqueda del sentido de la vida
Deterioros en la salud física, el vigor y la fuerza
Sobreviene la menopausia en las mujeres
La sabiduría y la habilidad para resolver problemas prácticos son grandes; declina la habilidad para resolver problemas nuevos
Doble responsabilidad: cuidar a los hijos y a los padres ancianos
La orientación del tiempo cambia a "tiempo dejado de vivir"
Independencia de los hijos: nido vacío
Las mujeres adquieren más confianza en sí mismas, los hombre se vuelven más expresivos
Algunos experimentan el éxito en sus carreras y llegan a la cima económica; otros sufren de agotamiento
En una minoría se produce la crisis de la edad madura

8. Edad adulta tardía (65 años en adelante):
La mayoría de las personas aún están saludables y activas, aunque de algún modo la salud y las habilidades físicas decaen
La mayoría de las personas mantienen la mente despierta
La lentitud de reacción afecta muchos aspectos del funcionamiento
Surge la necesidad de afrontar pérdidas en muchas áreas (pérdida de las propias facultades, pérdida de los seres amados)
La jubilación deja más tiempo libre, pero reduce los recursos económicos
Ante la inminencia de la muerte, se siente la necesidad de encontrarle su propósito a la vida

lunes, 17 de enero de 2011

• Desarrollo del ciclo vital: periodos de desarrollo humano

El ser humano es un supra sistema altamente complejo e integrado, el nivel de integración armónica determina el grado de desarrollo y madurez de su personalidad. Todo lo cual impone a la educación una misión ardua y difícil, la superación de las dificultades radica en un conocimiento teórico-práctico de los diferentes niveles de las áreas de desarrollo de la persona, y del profesional que trabaja con personas en desarrollo.

El ser humano no es un agregado de elementos yuxtapuestos; es un todo integrado que constituye un supra sistema dinámico, formado por muchos subsistemas perfectamente coordinados: el subsistema físico, el químico, el biológico, el psicológico, el social, el cultural, el ético-moral y el espiritual. Todos juntos e integrados constituyen la personalidad, y su falta de integración o coordinación desencadena procesos patológicos de diferente índole: orgánica, psicológica, social, o varias juntas.

Por esto, el llevar a un ser humano a su pleno desarrollo y madurez, en su realidad integral, constituye la empresa más difícil y ambiciosa que pueda proponerse una persona, una institución e, incluso, una sociedad completa. Sin embargo, caminar en esa dirección, abriendo horizontes e iluminando caminos, es la meta que se propone, en general, toda verdadera educación y desarrollo pleno del ser humano.

Como ya hemos visto, la psicología del desarrollo intenta explicar los cambios que tienen lugar en las personas a lo largo de su vida. El desarrollo es entendido como un proceso continuo, global y a la vez flexible. Estos cambios pueden ser explicados a través de diferentes factores como son la herencia y el ambiente, además es importante evaluar el contexto histórico y sociocultural donde se estudia a la persona.

No es simple definir el desarrollo, podríamos decir que está constituido por una serie de factores como son la herencia, la genética de cada persona, y otras variables externas como son el ambiente donde crece esa persona.

El concepto mismo de desarrollo, cuando está referido al ser humano, debe ser bien entendido. Deberá ser entendido en sentido estricto como despliegue o desenvolvimiento en los niveles de las estructuras físicas, químicas y biológicas; pero deberá ser entendido en sentido sólo metafórico al referirse a la configuración de estructuras psíquicas, sociales, culturales, éticas, espirituales u otras de nivel superior, ya que, en este nivel, no existe una sola meta prefijada genéticamente, como es el caso de las estructuras inferiores, sino múltiples posibilidades.

El desarrollo implica cambio, cuando nos referimos a cambio, aludimos a que pueden ser: cualitativos o cuantitativos. Los cambios cualitativos (calidad) se relacionan con la maduración, es decir, con la variación morfológica y química que experimenta el organismo. Los cuantitativos (cantidad) se relacionan con el crecimiento, es decir, con el incremento del tamaño de talla, peso, etc. Asimismo, los cambios cualitativos o cuantitativos pueden ser observables o no observables.

La amplitud y complejidad del desarrollo humano ha propiciado que múltiples disciplinas se hayan abocado a estudiar y tratar de desentrañar su realidad y enigmática naturaleza. Es así como la filosofía de la educación, la pedagogía, la biología genética, la psicología del desarrollo, la sociología educativa y muchas otras han dado aportes muy valiosos para guiar la acción práctica de las profesiones de ayuda.

La filosofía griega creó una imagen del hombre centrada en la virtud y la razón: el hombre alcanzaba la virtud a través del uso de la razón y siguiendo sus demandas. El pensamiento cristiano le añadió los conceptos de amor y pecado. El Renacimiento introdujo los aspectos de poder y voluntad, plasmando la imagen política del hombre. Los siglos XVIII y XIX racionalizaron el interés de los hombres por la propiedad, las cosas y el dinero. La imagen freudiana de la primera mitad del siglo XX enfatizó el aspecto impulsivo, irracional e inconsciente del ser humano, y la psicología conductista puso el acento en la presión que ejercen los factores ambientales. En los tiempos actuales se enfatiza la necesidad de la armonía y convivencia de las áreas del desarrollo humano.